En la Biblia la palabra Ángel significa "Mensajero", un
espíritu purísimo que está cerca de Dios para adorarlo, y cumplir sus órdenes y
llevar sus mensajes a los seres humanos. En el siglo II el gran sabio Orígenes señalaba
que "los cristianos creemos que a cada uno nos designa Dios un ángel para
que nos guíe y proteja". El
Catecismo de la Iglesia Católica enseña que la existencia de seres
espirituales, no corporales, que la Sagrada Escritura llama habitualmente
ángeles, es una verdad de fe.
Las referencias bíblicas a los santos ángeles son constantes y bellas. En la escritura, los ángeles son mediadores de mensajes divinos, y guiadores-custodios de los hombres. Afirma a este respecto San Jerónimo: “Grande es la dignidad de las almas cuando cada una de ellas, desde el momento de nacer, tiene un ángel destinado para su custodia”.
Las referencias bíblicas a los santos ángeles son constantes y bellas. En la escritura, los ángeles son mediadores de mensajes divinos, y guiadores-custodios de los hombres. Afirma a este respecto San Jerónimo: “Grande es la dignidad de las almas cuando cada una de ellas, desde el momento de nacer, tiene un ángel destinado para su custodia”.
La celebración de los Ángeles Custodios tiene sus raíces bíblicas, y de floración popular muy
antigua, Paulo V en 1607, y luego Clemente X (1670-1676) le señaló este día 2
de octubre como fecha conmemorativa.
Debido a su naturaleza espiritual, los ángeles no pueden ser vistos
ni captados por los sentidos. En algunas ocasiones muy especiales, con la
intervención de Dios, han podido ser oídos y vistos materialmente. La reacción
de las personas al verlos u oírlos ha sido de asombro y de respeto. Por
ejemplo, el profeta Daniel y Zacarías.
La misión de los ángeles es amar, servir y dar gloria a Dios, ser
sus mensajeros, cuidar y ayudar a los hombres. En momentos de dificultad, se
les puede pedir luz para tomar una decisión, para solucionar un problema,
actuar acertadamente, descubrir la verdad; por ejemplo tenemos las apariciones
a la Virgen María, San José y Zacarías. Todos ellos recibieron mensajes de los
ángeles.
Los ángeles presentan nuestras oraciones al Señor y nos conducen a Él. Nos acompañan a lo largo de nuestra vida y nos conducirán, con toda bondad, cuando muramos, hasta el Trono de Dios para nuestro encuentro definitivo con Él. Éste será el último servicio que nos presten, pero el más importante, pues al morir no nos sentiremos solos. Como ejemplo de ello, tenemos al arcángel Rafael cuando dice a Tobías: “Cuando ustedes oraban, yo presentaba sus oraciones al Señor” (Tob 12,12-16).
Los ángeles presentan nuestras oraciones al Señor y nos conducen a Él. Nos acompañan a lo largo de nuestra vida y nos conducirán, con toda bondad, cuando muramos, hasta el Trono de Dios para nuestro encuentro definitivo con Él. Éste será el último servicio que nos presten, pero el más importante, pues al morir no nos sentiremos solos. Como ejemplo de ello, tenemos al arcángel Rafael cuando dice a Tobías: “Cuando ustedes oraban, yo presentaba sus oraciones al Señor” (Tob 12,12-16).
En el Nuevo Testamento es tan viva la creencia de que cada uno
tiene un ángel custodio, que cuando San Pedro al ser sacado de la cárcel llega
a llamar a la puerta de la casa donde están reunidos los discípulos de Jesús,
ellos creen al principio, que no es Pedro en persona y exclaman: "Será su
ángel" (Hechos 12, 15).
Se puede decir que es un compañero de viaje que siempre está al
lado de cada hombre, en las buenas y en las malas. No se separa de él ni un
solo momento. Está con él mientras trabaja, mientras descansa, cuando se
divierte, cuando reza, cuando le pide ayuda y cuando no se la pide. No se
aparta de él ni siquiera cuando pierde la gracia de Dios por el pecado. Le
prestará auxilio para enfrentarse con mejor ánimo a las dificultades de la vida
diaria y a las tentaciones que se presentan en la vida.
Para que la relación de la persona con el ángel custodio sea eficaz, necesita hablar con él, llamarle, tratarlo como el amigo que es. También se les pueden pedir favores especiales a los ángeles de la guarda de otras personas para que las protejan de determinado peligro o las guíen en una situación difícil. San Agustín usa la siguiente frase: «toda cosa visible está sujeta al poder de un angel» (22).
Para que la relación de la persona con el ángel custodio sea eficaz, necesita hablar con él, llamarle, tratarlo como el amigo que es. También se les pueden pedir favores especiales a los ángeles de la guarda de otras personas para que las protejan de determinado peligro o las guíen en una situación difícil. San Agustín usa la siguiente frase: «toda cosa visible está sujeta al poder de un angel» (22).
Si lo conociste, ahora cuida tu Fe
Actualmente se habla mucho de los ángeles: se encuentran libros de
todo tipo que tratan este tema; se venden “angelitos” de oro, plata o cuarzo;
las personas se los cuelgan al cuello y comentan su importancia y sus nombres.
Hay que tener cuidado al comprar estos materiales, pues muchas veces dan a los
ángeles atribuciones que no le corresponden y los elevan a un lugar de semi-dioses,
los convierten en “amuletos” que hacen caer en la idolatría, o crean
confusiones entre las inspiraciones del Espíritu Santo y los consejos de los
ángeles.
Es verdad que los ángeles son muy importantes en la Iglesia y en
la vida de todo católico, pero son criaturas de Dios, por lo que no se les
puede igualar a Dios ni adorarlos como si fueran dioses. No son lo único que
nos puede acercar a Dios ni podemos reducir toda la enseñanza de la Iglesia a
éstos. No hay que olvidar los mandamientos de Dios, los mandamientos de la
Iglesia, los sacramentos, la oración, y otros medios que nos ayudan a vivir
cerca de Dios
Fuentes:
ACI Prensa
Catholic.net
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