viernes, 11 de mayo de 2012

Orientaciones de nuestros obispos “sobre el buen elegir en una contienda electoral”

INTRODUCCIÓN
 La Conferencia del Episcopado Dominicano, desde las elecciones de 1963, ha emitido al menos un mensaje prácticamente para cada elección, dedicado sólo a ese tema.  Suman un total de veinte y cinco.  En otros cinco documentos más, no precisamente sobre elecciones, se ha referido también a esta temática, de manera más breve.  Realmente los obispos dominicanos han dado seguimiento y acompañamiento muy serio y amplio a los procesos electorales del país.  El conjunto de su magisterio equivale a un pequeño tratado sobre la materia.
 Mi propósito ahora es extraer de ese conjunto criterios de siempre, lo que ya han dicho los Obispos, criterios que son válidos para cualquier tiempo de elecciones.  Los citaré textualmente y al final de las citas pondré el año en que fue emitido cada criterio como también aquellos años en los que fue repetido en otro documento.

 MANCHAS
 “A medida que el clima electoral se iba manchando con atropellos, violaciones y muertes, los obispos en las respectivas diócesis hemos ido levantando nuestra voz para llamar al respeto mutuo, a la corrección y a la convivencia verdaderamente humana, especialmente en este tiempo”  (1974).
 CONVIVENCIA
 “Con ese mismo respeto, pero al mismo tiempo con la misma fuerza y obligación para nuestras conciencias de pastores, queremos ahora, en vísperas de las elecciones, hacer un especial llamado a todos los dominicanos, sea cual fuere su partido y tengan la responsabilidad pública que sea:
a)    La paz de los dominicanos y particularmente de los más necesitados reclama que la junta Central Electoral propicie una justa electoral en que haya participación efectiva y equilibrada, en cuanto a posibilidades, para todos los partidos que se propusieron acudir a las elecciones.
b)    La justicia nos pide que nada ni nadie predisponga ilegítimamente, en una dirección u otra, a los ciudadanos con derecho a ésta o aquélla opción.
c)     Esto quiere decir que ni las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional, ni los directores de conciencia, ni la misma devoción religiosa, ni los periodistas... pueden inclinar al electorado en una dirección determinada. (1974).

RESPONSABILIDAD
a)    “Asumir este tiempo como responsabilidad y no como oportunidad de lograr ventajas propias, personales de grupo, es por otro lado, para los católicos a quienes principalmente nos dirigimos hoy, no s6lo un deber cívico fundamentado en la naturaleza sino también un deber religioso” .
b)    “El cristiano no sólo en cuanto ciudadano sino también en cuanto cristiano, está obligado a buscar con responsabilidad, a través de su voto en las elecciones, la mayor perfección posible para la nación. Y esta responsabilidad le obliga a votar en conciencia sin votar por votar, teniendo presente el mayor bien de todos sin intereses mezquinos.

PETICIONES

Queden “muy claras algunas peticiones que están en la mente y en la razón de todos:

a)     que esta parte final de la campaña electoral sea ejemplo de cordura, civismo, respeto mutuo y dignidad.
 b)    que la concurrencia a las mesas electorales y la emisión del voto sea modelo de responsabilidad y orden el mismo día de las elecciones.
c)     que el conteo y publicación de votos parcial y total no deje lugar alguno a la más mínima duda sobre la limpieza del proceso electoral en esta fase final decisiva.
 d)    que el resultado de las elecciones sea divulgado sin dilación alguna, lo más pronto posible, y sea aceptado por todos con grandeza de ánimo. Sin excesos provocadores por parte de los triunfantes y sin acusaciones falsas o baladíes y sin rencor por parte de los demás. (1982)

 SOLO ASCENDER

a)    No son pocos los que conciben el partido político como un modo de ascender y de conseguir rápidamente poder, honor y dudosas riquezas o simplemente como un modo de conseguir empleo o semiempleo.
b)    “Respecto a la ciudadanía, responsabilidad electoral significa mirar el voto no sólo como un derecho sino como un deber; buscar a través del voto el bien de todos y no intereses particulares; tener muy presente la situación real de los débiles socialmente y postergados; intentar contribuir, en lo posible, a la solución de los males existentes; dejarse solamente convencer por la verdad, por la justicia y por el amor y la solidaridad; votar en conciencia; y exigir de los candidatos capacidad, capacitación, honestidad, desinterés, amor patrio, entrega y conceptos correctos de la Sociedad, del Poder, de la Autoridad, de la Producción, del Bien Común, de la Distribución de cargas y beneficios equitativa y justa, de la co-participación y de las estructuras que para ello deben imperar”.
c)     Usar el partido para simplemente premiar a los que se han destacado de algún modo o con alguna acción, es pervertir la naturaleza del partido político y traicionar a la Nación. Es una grave inmoralidad. Es reforzar el egoísmo humano”  (1986).

LAS ENCUESTAS

a)    “Las encuestas son siempre indicativas y no debemos olvidar que entre nosotros existen graves razones para no confiar plenamente en sus resultados.
b)    A este propósito es oportuno recordar lo sucedido en varios países de Europa y recientemente en España, donde los resultados reales fueron muy distintos a los predichos por las encuestas.
c)     Nadie, pues, debe darse por vencedor ni perdedor hasta que la Junta Central Electoral dé su veredicto.
d)    Y nadie, por supuesto, debe convocar a la celebración de la victoria hasta que dicha Junta o los datos oficiales emitidos por ella así lo dicten”  (1996).

DEMAGOGIA

“La demagogia, cáncer de la política, es lo más contrario a los que acabamos de exponer. Adopta muchas formas. Entre nosotros las principales son las promesas fáciles e imposibles; la ocultación de problemas y dificultades reales; la descalificación de los otros pretendientes a base de reiteradas acusaciones; y la proclamación de la victoria segura antes del veredicto de los votos”  (1986, 1990 y 1994) 

ELECCIONES LIMPIAS

a)    “La trampa es una acción inmoral que todos debemos reprobar y rechazar.
b)    Como algo abyecto reprobamos todos la posibilidad de "compra y venta» (o secuestro) de la Cédula de identidad y electoral. Es una inmoralidad y tan inmoral es el que la compra como el que la vende. Nadie puede comprar ni vender un derecho inalienable como es el de emitir su voto responsable.
c)     Es un delito y sobre los que lo cometen debe caer todo el peso de la ley”  (1996).

VOTAR

 “Votar es un derecho y es un DEBER. Abstenerse sin una razón suficientemente grave es faltar a un deber.
 No es razón suficiente para abstenerse el que ninguna de las fórmulas políticas ni ninguno de los que se presentan como candidatos convenzan a uno plenamente. No se trata de elegir lo ideal y perfecto (empeño imposible) sino de escoger lo mejor de lo posible. Todos tenemos nuestras limitaciones. Nadie es perfecto. Lograr que hombres y democracia maduren es fruto de un proceso lento, que, a veces abarca generaciones.
“El voto que se dé, debe ser, sin embargo, serio, responsable “en conciencia”, es decir,  fundado en razones sólidas y honestas.
 No son razones válidas y honestas el provecho propio, la mera simpatía, la suposición de que por el que se va a votar será el que ganará, las promesas hechas, el soborno, el miedo, la coacción. (1986, 1990, 1994, 1996 y 2004).

JUNTA CENTRAL ELECTORAL

 “Es deber nuestro apoyarla y exigirla. Ella, por su parte, debe asumir con responsabilidad, honestidad, imparcialidad, valentía y firmeza la función que le compete ejercer. Parte de su éxito es prever y prevenir y de ningún modo improvisar. (1986, 1990, 1994, 1996, y 2004).

HAY QUE VOTAR

“Es un deber cívico, una obligación moral que tenernos con la sociedad en la que vivimos y de la que dependemos. Se necesitan razones o impedimentos graves para eximirse de votar. No nos debernos dejar vencer por cualquier posible desaliento surgido de experiencias pasadas negativas”  (1996).

 CONCLUSIÓN
 Certifico que el tema al que la Conferencia del Episcopado Dominicano más Documentos le ha dedicado es al tema de las elecciones: veinte y cinco sólo a él, más reflexiones en otros cinco.  


† Ramón Benito de la Rosa y  Carpio
Arzobispo Metropolitano
Santiago de los Caballeros


 Nota: Se elaboro un resumen por lo amplio del trabajo.

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