sábado, 16 de marzo de 2013

Pinceladas del Papa Francisco


-Algunos no sabían por qué el Obispo de Roma ha querido llamarse Francisco. Algunos pensaban en Francisco Javier, en Francisco de Sales,  en Francisco de Asís.  En la elección, estaba junto a mí el arzobispo emérito de São Paulo y también prefecto emérito de la Congregación para el Clero, el cardenal Claudio Hummes: ¡un gran amigo, un gran amigo! Cuando la cosa se hizo un poco peligrosa, él me confortaba.

Y cuando los votos subieron hasta dos tercios, vino el aplauso de costumbre, porque había sido elegido el papa. Y él me abrazó, me besó y me dijo: “¡No te olvides de los pobres!” Y esa palabra entró aquí (señala la cabeza -ndr): los pobres, los pobres. Luego, inmediatamente, en relación con los pobres pensé en Francisco de Asís. Después pensé en las guerras, mientras que el escrutinio continuaba, hasta llegar a todos los votos. Y Francisco es el hombre de la paz. Y así nació el nombre en mi corazón: Francisco de Asís. Es para mí el hombre de la pobreza, el hombre de la paz, un hombre que ama y cuida la creación; en este tiempo no tenemos una relación tan buena con la creación, ¿verdad? Es el hombre que nos da este espíritu de paz, el hombre pobre... ¡Ah, cómo me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres!

-“Hagan una oración sobre mí”: desde el inicio nos pide oración. Este es el camino de la Iglesia, en oración, en un silencio que pidió para que todos oraran por él. Solamente se puede realizar la misión de la Iglesia con el sustento de la oración, con la fortaleza que solo da una vida espiritualidad con coherencia de vida.

-Un  joven portero de la casa general de la Compañía de Jesús en Roma nunca esperó recibir una llamada telefónica del Papa Francisco, quien con paciencia y cariño debió convencerlo de su identidad para poder hablar con el superior general de los jesuitas y agradecerle la hermosa carta que le envió en la víspera.

"El portero respondió al teléfono. (Buenos días, soy el Papa Francisco, quisiera hablar con el Padre General)". "El portero casi le responde: ´y yo soy Napoleón´, pero se contuvo. Le respondió secamente: ¿De parte de quién? El Papa entendió que el joven portero italiano no le cree y le repite dulcemente: No, de verdad, soy el Papa Francisco, ¿y usted cómo se llama?"

"A esa altura el portero responde con voz titubeante, dándose cuenta de su error y casi desvaneciéndose: ‘Me llamo Andrés’. El Papa: ‘¿cómo estás, Andrés?’ Respuesta: ‘yo bien, disculpe, sólo un poco confundido’. El Papa le dice: ‘No te preocupes, por favor comunícame con el Padre General, quisiera agradecerle por la hermosa carta que me ha escrito’. El portero: ‘Disculpe, Su Santidad, lo voy a comunicar. El Papa: No, no hay problema; yo espero lo que sea necesario’".

-La doctora Enza Burti, explicó que el Papa Francisco llegó por sorpresa y charló con su amigo, el Cardenal Mejía y los otros tres enfermos que se encontraban en la misma sala del centro de salud. Una de las religiosas que oró junto al Papa, explicó que fue "una sorpresa y una gran emoción que no esperábamos para nada. Una impresión de gran pastor, de mucha sencillez, muy acogedora y muy llana".

Una religiosa, señaló que han acompañado el rezo del Papa Francisco con el canto en lengua española del "Pescador de hombres", y "luego abandonó la capilla con una gran sonrisa", refirió. Finalmente, el Papa ha dejado el edificio entre una gran ovación, llena de vivas y aplausos. "Rezad por mi nuevo servicio a la Iglesia", fueron sus últimas palabras.

-El Papa Francisco se dirigió al hospedaje donde se alojó los días previos al Cónclave y pagó la cuenta de su estadía pese a que los encargados no querían recibir el dinero. Los administradores de la Casa Pablo VI para sacerdotes no querían recibir el dinero pero el Papa Francisco insistió hasta que lo aceptaron. "Es lo justo", les dijo.

En la residencia el Papa Francisco "saludó a todas las personas, a los dependientes, a los que preparan las habitaciones y a otros que conocía por su nombre. Esto nos ha impresionado verdaderamente". "Este sentido de cercanía, de humildad, de calor humano, de acoger a todos es una cosa que nos ha impresionado a todos muy positivamente y estoy seguro que será una de las características de su pontificado".

Fuentes: Zenit, ACI prensa

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