La llegada
de un tifón de grado 2 a Taclobán no frenó al Papa. Deseaba visitar a los
supervivientes de la tragedia provocada por el tifón Haiyán y así lo explicó
durante la Misa en el aeropuerto.
FRANCISCO
"Y,
permítanme esta confidencia, cuando yo vi desde Roma esta catástrofe, sentí que
tenía que estar aquí. Y ese día, esos días, decidí hacer el viaje aquí. Quise
venir para estar con ustedes, un poco tarde me dirán, es verdad, pero estoy.
Estoy para decirles que Jesús es el Señor, que Jesús no defrauda”.
El Papa se
saltó la homilía que tenía preparada y habló de forma improvisada en español.
Con ayuda de un traductor, explicó que Jesús vivió como una persona más y
también sufrió.
FRANCISCO
"Tantos
de ustedes se han preguntado mirando a Cristo: ¿por qué Señor? Y el Señor
responde al corazón de cada uno, desde su corazón. Yo no tengo otras palabras
que decirles. Miremos a Cristo, él es el Señor y él nos comprende porque pasó
por todas las pruebas que nos sobrevienen a nosotros”.
Vestido con
un impermeable, Francisco recordó a quienes perdieron la vida y a los que
perdieron a sus familias. Les pidió que recen a la Virgen María y propuso un
emotivo momento de silencio.
FRANCISCO
"Como
un chico que cuando tiene miedo dice: "¡Mamá!”. Es quizás la única palabra
que puede expresar lo que sentimos en los momentos oscuros: ¡madre!, ¡mamá!”.
Las palabras
del Papa emocionaron a muchos de los peregrinos que soportaron las duras
condiciones climatológicas para asistir a la Misa.
El arzobispo
de Palo agradeció a Francisco su presencia en Taclobán pese a un clima tan
adverso.
MONS. JOHN
F. DU
Arzobispo de
Palo (Filipinas)
"Apreciamos
mucho su presencia aquí Santo Padre. Ha venido pese al clima aquí en Leyte, la
diócesis de Palo. Me cuesta expresarle con palabras lo mucho que se lo
agradecemos”.
Después el
Papa se marchó en un papamóvil especialmente adaptado para la lluvia saludando
y bendiciendo a los peregrinos. Unas 300.000 personas participaron esta Misa.
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