domingo, 8 de mayo de 2016

Tres países en los que ser católico es más difícil



En muchas situaciones difíciles, la Iglesia es la primera en llegar, la última en irse o la que siempre permanece.

En muchas situaciones difíciles, religiosos, religiosas, sacerdotes y obispos son mucho más que eso. En Liberia por ejemplo se han especializado en cuidados médicos debido al brote de ébola que, con distinta intensidad, sufre el país desde hace dos años. 

Aunque llovía sobre mojado para este país africano que ocupa los últimos puestos en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU y que sufrió durante 14 años una guerra civil, entre 1989 y 2003.

MONS. ANTHONY BORWAH
Obispo de Gbarnga (Liberia)
"La presencia de la Iglesia es muy importante. Puede que no seamos capaces de resolver muchos de los problemas pero el hecho de que los sacerdotes, religiosos y obispos estén con las personas, recen juntos y sufran juntos marcó una gran diferencia durante la guerra civil y con el ébola. La presencia de la Iglesia es muy importante”.

En otros países los católicos son una población casi simbólica. En los años 70Estonia tenía 6 católicos. Ahora son algo más de 6.000 entre un millón dos cientos mil habitantes. Se le considera el país más ateo del mundo. 

MONS. PHILIPPE JOURDAN
Administrador apostólico (Estonia)
"En un país con pocos católicos, la opinión pública sobre la Iglesia católica depende muchas veces más de lo que hace la Iglesia universal que de lo que hace la Iglesia local. En ese sentido, es muy importante la figura del Papa”. 

Precisamente Francisco está especialmente atento a las situaciones de sufrimiento en el mundo, como la que se da en Oriente Medio. Son constantes sus llamamientos a la paz o sus denuncias hacia la persecución de los cristianos en Irak.

MONS. BASILIO YALDO
Obispo auxiliar de Bagdad (Irak)
"Estoy cerca de ellos. No es que hagamos muchas cosas pero estar con quien lo necesita significa más que estar ahí, significa que compartimos un destino común. Tenemos que estar allí como testigos del Evangelio”.

Por eso, este obispo pide ayuda para que los iraquíes no emigren, en especial, los cristianos amenazados por el ISIS.

MONS. BASILIO YALDO
Obispo auxiliar de Bagdad (Irak)
"Depende de la intervención internacional porque pedimos la ayuda de todo el mundo aunque, hasta ahora, no ha sido suficiente. Pido no solo la oración sino también trabajar para frenar al ISIS”.


Estos obispos expusieron estas situaciones durante un encuentro en Roma. La Pontificia Universidad de la Santa Cruz se convirtió en el atrio desde el que explicaron la labor de la Iglesia en contextos difíciles, donde tratar de tener una vida cotidiana es a veces es lo más extraordinario.

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