El cardenal mexicano Francisco Robles
Ortega señala que es erróneo pensar que en el Sínodo la
cuestión de los divorciados vueltos a casar está centrada en si deben comulgar
o no.
CARD. FRANCISCO ROBLES ORTEGA
Presidente, Conferencia Episcopal
México
"No estamos centrados tanto en que
si deben recibir la comunión sacramental o no sino de la importancia que deben
de tener en el cuidado pastoral de la Iglesia”.
El presidente de la Conferencia
Episcopal de México señala que de lo que se habla es de cómo los demás
cristianos que viven cerca de un matrimonio en crisis o roto, pueden ayudar a
que se reconcilien o a que vuelvan a la Iglesia.
En ese sentido dice que uno de los
puntos que más se está considerando no es tanto la ayuda de los párrocos sino
de las demás familias: Matrimonios veteranosque
pueden apoyar, sostener y ayudar a parejas en situaciones difíciles.
Por eso el cardenal mexicano dice que
el Sínodo está buscando cómo formar mejor a esos matrimonios.
CARD. FRANCISCO ROBLES ORTEGA
Presidente, Conferencia Episcopal
México
"Sin duda que requieren ellos, los
que acompañan, una formación, un estímulo. Que sea la Iglesia toda la que a
través de estos matrimonios ya más experimentados hagan sentir la cercanía y el
acompañamiento de los jóvenes”.
En definitiva, de lo que habla es de
una "catequesis permanente” que no termina con la
confirmación o con el matrimonio. Una catequesis basada no sólo en la formación
en la fe sino en el acompañamiento cotidiano de unos cristianos a otros para
resolver y superar las dificultades propias de la vida matrimonial.
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