martes, 3 de marzo de 2015

Cómo hacer buenas homilías





Predicar es de pocos pero escuchar las homilías de muchos. ¿Qué es lo que necesita una homilía para ser buena, para dar en el blanco?

"Yo creo que tiene que ser corta, concisa”.

"Que sepan llegar a la gente”.

"Muchas veces leen todo el salmo, leen todo y uno nunca entiende, sales como si no te hubieran dicho absolutamente nada”.

"Depende mucho que tú conozcas a quien le estás enviando el mensaje”.

Aunque no guste, lo cierto es que muchos valoran la Misa por la calidad de la homilía.

Por eso el Vaticano ha decidido ayudar a sacerdotes y seminaristas publicando este documento lleno de consejos sobre cómo preparar homilías. La homilía, señala, no es un curso de catecismo sino una forma de explicar del Evangelio.

P. DAVID RIDER
"Lo que veo es que lo que a la gente le llega son las anécdotas y las historias”.

El padre David Rider ha sido ordenado sacerdote hace 9 meses. Para él la clave de una buena homilía es la preparación y la reflexión. El sacerdote debe comprender el significado de las lecturas y saber transmitirlas a la gente de modo comprensible.

P. DAVID RIDER
"Es interesante lo que dice el Papa en la Evangelii Gaudium, cuando recuerda a esos sacerdotes que dicen: 'Yo me dejo llevar por el Espíritu Santo y predico sobre la marcha lo que Él me sugiera'. Dice que eso no es dejarse llevar por el Espíritu Santo sino que eso es ser irresponsable”.

El documento que ha preparado el Vaticano incluye ideas de la exhortación apostólica Evangelii Gaudium. En ella Francisco señala que las homilías deberían ser breves y equilibradas. Ni muy teológicas ni demasiado terrenales.

P. DAVID RIDER
"Si un sacerdote usa un lenguaje muy familiar para él o para otros sacerdotes o seminaristas, es probable que no esté usando el lenguaje que la gente necesite escuchar. Debe ser más sencillo”.

El documento también incluye consejos para las homilías de bodas o funerales y también para las principales fiestas.


Aunque un buen punto de partida es fijarse en el Papa. Las homilías de cada uno tienen su estilo y las de Francisco se caracterizan normalmente por dar en el blanco, por ser prácticas, entretenidas y también desafiantes.

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