martes, 28 de abril de 2015

La nieta de un año de la reina de Suecia, protagonista del encuentro con Francisco


"Buenos días”.
"Buenos días”.
"Me alegro de verlo”.
"Yo también. Es un gusto encontrarla”.

Con este amable saludo, en español, comenzó el encuentro entre el Papa y la reina Silvia de Suecia.

La reina le informó sobre las actividades caritativas que promueve en su país, en especial, a favor de los niños. Francisco le agradeció la ayuda que Suecia está prestando a miles de refugiados.

En un perfecto español, la reina presentó al Papa a los miembros de su delegación. Viajó acompañada también por su hija Magdalena, embarazada de su segundo hijo, su esposo Chris O'Neill y la primera hija de ambos, Leonor.

La pequeña de un año de edad fue la auténtica protagonista del encuentro. 

Después, en el intercambio de regalos, la reina obsequió al Papa con tres libros de oración para niños escritos en sueco.

Francisco le entregó una medalla de su pontificado y su exhortación apostólica Evangelii Gaudium en alemán, ya que la reina nació en Alemania.

Y como siempre, antes de despedirse, el Papa volvió a pedir oraciones por él.


"Rece por mí”.

"Sí, lo haré”.

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