El
Papa Francisco explicó en una entrevista
con el director del diario italiano La Repubblica, Eugenio Scalfari,
lo que sintió y pensó luego de que fuera elegido como sucesor de San Pedro en
el Cónclave de marzo de este año.
El Santo Padre recuerda que luego de ser elegido y antes de aceptar la elección, “pedí poder retirarme por unos minutos en la habitación contigua a la del balcón que da a la plaza. Mi cabeza estaba completamente vacía y una gran ansiedad me invadió”.
“Para relajarme cerré los ojos y todos mis pensamientos desaparecieron, también el de negarme a aceptar el cargo, tal y como consiente el procedimiento litúrgico. Cerré los ojos y no vi más ansiedad o emotividad”.
El Papa dijo luego que “llegado a cierto punto, una gran luz me invadió, duró un momento pero a mí me pareció larguísimo. Después la luz se disipó, me alcé de una y me dirigí a la habitación donde me esperaban todos los cardenales y la mesa sobre la que se encontraba el acta de aceptación. La firmé, el Cardenal Camarlengo lo firmó y después, sobre el balcón anunciaron el ‘¡Habemus Papam!’”, relató.
Los diarios del mundo entero se hicieron eco de las palabras del Papa Francisco al saludar por primera a los fieles desde el balcón del Vaticano, pero no se conocía hasta ahora los pensamientos del Papa antes de aceptar su elección.
“Hermanos y hermanas, buenas tardes, como saben el deber del cónclave era dar un obispo a Roma, y mis hermanos cardenales se han ido a buscarlo casi al fin del mundo. Y aquí estoy”, dijo el Papa Francisco en sus primeras palabras.l director del diario italiano La Repubblica, Eugenio Scalfari, lo que sintió y pensó luego de que fuera elegido como sucesor de San Pedro en el Cónclave de marzo de este año.
El Santo Padre recuerda que luego de ser elegido y antes de aceptar la elección, “pedí poder retirarme por unos minutos en la habitación contigua a la del balcón que da a la plaza. Mi cabeza estaba completamente vacía y una gran ansiedad me invadió”.
“Para relajarme cerré los ojos y todos mis pensamientos desaparecieron, también el de negarme a aceptar el cargo, tal y como consiente el procedimiento litúrgico. Cerré los ojos y no vi más ansiedad o emotividad”.
El Papa dijo luego que “llegado a cierto punto, una gran luz me invadió, duró un momento pero a mí me pareció larguísimo. Después la luz se disipó, me alcé de una y me dirigí a la habitación donde me esperaban todos los cardenales y la mesa sobre la que se encontraba el acta de aceptación. La firmé, el Cardenal Camarlengo lo firmó y después, sobre el balcón anunciaron el ‘¡Habemus Papam!’”, relató.
Los diarios del mundo entero se hicieron eco de las palabras del Papa Francisco al saludar por primera a los fieles desde el balcón del Vaticano, pero no se conocía hasta ahora los pensamientos del Papa antes de aceptar su elección.
“Hermanos y hermanas, buenas tardes, como saben el deber del cónclave era dar un obispo a Roma, y mis hermanos cardenales se han ido a buscarlo casi al fin del mundo. Y aquí estoy”, dijo el Papa Francisco en sus primeras palabras.
El Santo Padre recuerda que luego de ser elegido y antes de aceptar la elección, “pedí poder retirarme por unos minutos en la habitación contigua a la del balcón que da a la plaza. Mi cabeza estaba completamente vacía y una gran ansiedad me invadió”.
“Para relajarme cerré los ojos y todos mis pensamientos desaparecieron, también el de negarme a aceptar el cargo, tal y como consiente el procedimiento litúrgico. Cerré los ojos y no vi más ansiedad o emotividad”.
El Papa dijo luego que “llegado a cierto punto, una gran luz me invadió, duró un momento pero a mí me pareció larguísimo. Después la luz se disipó, me alcé de una y me dirigí a la habitación donde me esperaban todos los cardenales y la mesa sobre la que se encontraba el acta de aceptación. La firmé, el Cardenal Camarlengo lo firmó y después, sobre el balcón anunciaron el ‘¡Habemus Papam!’”, relató.
Los diarios del mundo entero se hicieron eco de las palabras del Papa Francisco al saludar por primera a los fieles desde el balcón del Vaticano, pero no se conocía hasta ahora los pensamientos del Papa antes de aceptar su elección.
“Hermanos y hermanas, buenas tardes, como saben el deber del cónclave era dar un obispo a Roma, y mis hermanos cardenales se han ido a buscarlo casi al fin del mundo. Y aquí estoy”, dijo el Papa Francisco en sus primeras palabras.l director del diario italiano La Repubblica, Eugenio Scalfari, lo que sintió y pensó luego de que fuera elegido como sucesor de San Pedro en el Cónclave de marzo de este año.
El Santo Padre recuerda que luego de ser elegido y antes de aceptar la elección, “pedí poder retirarme por unos minutos en la habitación contigua a la del balcón que da a la plaza. Mi cabeza estaba completamente vacía y una gran ansiedad me invadió”.
“Para relajarme cerré los ojos y todos mis pensamientos desaparecieron, también el de negarme a aceptar el cargo, tal y como consiente el procedimiento litúrgico. Cerré los ojos y no vi más ansiedad o emotividad”.
El Papa dijo luego que “llegado a cierto punto, una gran luz me invadió, duró un momento pero a mí me pareció larguísimo. Después la luz se disipó, me alcé de una y me dirigí a la habitación donde me esperaban todos los cardenales y la mesa sobre la que se encontraba el acta de aceptación. La firmé, el Cardenal Camarlengo lo firmó y después, sobre el balcón anunciaron el ‘¡Habemus Papam!’”, relató.
Los diarios del mundo entero se hicieron eco de las palabras del Papa Francisco al saludar por primera a los fieles desde el balcón del Vaticano, pero no se conocía hasta ahora los pensamientos del Papa antes de aceptar su elección.
“Hermanos y hermanas, buenas tardes, como saben el deber del cónclave era dar un obispo a Roma, y mis hermanos cardenales se han ido a buscarlo casi al fin del mundo. Y aquí estoy”, dijo el Papa Francisco en sus primeras palabras.
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