"No teman", "Nuestro Padre tiene paciencia
con nosotros, nos ama, nos da a Jesús como guía en el camino a la tierra
prometida. Él es la luz que disipa las tinieblas. Él es nuestra paz". En
su primera Navidad como Obispo de Roma, Papa Francisco pronunció palabras
tranquilizadoras y llenas de esperanza. En el mundo reina el silencio,
mientras, una vez más, florece en la historia del hombre el milagro de un Dios
que "fiel a su pacto y a sus promesas", dona "su Hijo como
hermano nuestro, como luz en nuestras tinieblas". En la homilía de la misa
de la noche de la solemnidad de Navidad del Señor, el Pontífice recuerda a
todos que somos un "pueblo en camino", y que en la historia personal
de cada uno se alte ...
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