Las
familias y los líderes pro-vida de México, Costa Rica y Panamá, nos cuentan de
un alarmante, pero no desconocido relato: la vida, la fe, y la familia están
bajo un ataque bien financiado por las ONG y los países del extranjero --
incluyendo los Estados Unidos. Los blancos de este asalto son: los lazos
naturales de la familia y la comunidad, la fe que ha formado las estructuras
sociales que han perdurado a pesar de las grandes adversidades, y la más
inocente vida humana en el vientre materno.
No obstante, hay resistencia a este asalto que el Beato Juan Pablo II llamaría "la cultura de la muerte." Con caridad y en la verdad, la gente que se sienta en los bancos de la iglesia están tomando la defensiva. Muchos sacerdotes y obispos católicos, junto con los activistas comunitarios y algunos valientes oficiales electos, han formado una red de apoyo para las madres y los bebés y campañas mediáticas para difundir el Evangelio y revelar la propaganda anti-vida, a la vez que se esfuerzan para que los líderes políticos le respondan a las personas de fe a quienes sirven. Más importante todavía, los católicos de esta región invocan a la Santísima Virgen María, ella quien conduce sus hijos hacia Cristo, y da esperanza frente a la desesperanza, cuando todo se ve perdido.
No obstante, hay resistencia a este asalto que el Beato Juan Pablo II llamaría "la cultura de la muerte." Con caridad y en la verdad, la gente que se sienta en los bancos de la iglesia están tomando la defensiva. Muchos sacerdotes y obispos católicos, junto con los activistas comunitarios y algunos valientes oficiales electos, han formado una red de apoyo para las madres y los bebés y campañas mediáticas para difundir el Evangelio y revelar la propaganda anti-vida, a la vez que se esfuerzan para que los líderes políticos le respondan a las personas de fe a quienes sirven. Más importante todavía, los católicos de esta región invocan a la Santísima Virgen María, ella quien conduce sus hijos hacia Cristo, y da esperanza frente a la desesperanza, cuando todo se ve perdido.
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