Papa
Francisco: Paz y concordia por Venezuela.
"Sigo
con particular preocupación lo que está sucediendo en estos días en Venezuela. Anhelo
vivamente que cesen cuanto antes las violencias y hostilidades y que todo el
pueblo venezolano, comenzando por los responsables políticos e institucionales,
no escatimen esfuerzos para favorecer la reconciliación nacional, a través del
perdón mutuo y del diálogo sincero, en el respeto de la verdad y de la
justicia, capaz de afrontar temas concretos por el bien común. Mientras aseguro
mi constante y ferviente oración, especialmente por los que perdieron la vida
en los enfrentamientos y por sus familiares, invito a todos los creyentes a
elevar súplicas a Dios, por intercesión materna de Nuestra Señora de Coromoto
...Este Blog está dedicado a todos y todas que tienen sed de Dios y quieren descubrirlo, encontrarlo y hablarle.
jueves, 27 de febrero de 2014
lunes, 24 de febrero de 2014
19 nuevos cardenales provenientes del mundo entero
La
Iglesia tiene necesidad de ustedes, de su colaboración y, por encima de todo,
de su comunión, conmigo y entre ustedes. La Iglesia necesita su valor para
anunciar el Evangelio en toda ocasión, oportuna e inoportunamente, y para dar
testimonio de la verdad. Lo dijo el Papa en la homilía de la solemne ceremonia
de creación de 19 nuevos cardenales, provenientes de todo el mundo. Rito
culminado con la imposición de la birreta y la asignación de los títulos de las
iglesias de Roma, como significado de la unión con el Obispo de Roma. En la
homilía el Papa reiteró la cercanía espiritual con las comunidades eclesiales y
con todos los cristianos que sufren discriminaciones y persecución.
sábado, 22 de febrero de 2014
Desde hoy 19 nuevos cardenales. Papa Francisco
La Iglesia necesita vuestro valor para anunciar el
Evangelio en toda ocasión, oportuna e inoportunamente, y para dar testimonio de
la verdad. La Iglesia necesita vuestra compasión sobre todo en estos momentos
de dolor y sufrimiento en tantos países del mundo”.
La
Iglesia tiene necesidad de ustedes, de su colaboración y, por encima de todo,
de su comunión, conmigo y entre ustedes. La Iglesia necesita su valor para
anunciar el Evangelio en toda ocasión, oportuna e inoportunamente, y para dar
testimonio de la verdad. Lo dijo el Papa en la homilía de la solemne ceremonia
de creación de 19 nuevos cardenales, provenientes de todo el mundo. Rito
culminado con la imposición de la birreta y la asignación de los títulos de las
iglesias de Roma, como significado de la unión con el Obispo de Roma. En la
homilía el Papa reiteró la cercanía espiritual con las comunidades eclesiales y
con todos los cristianos que sufren discriminaciones y persecución. La Iglesia necesit ...
viernes, 21 de febrero de 2014
Papa Francisco: no tengan miedo de la confesión
No
tengan miedo de la confesión, porque "el sacerdote la recibe con amor y
con ternura, y en nombre de Dios perdona". Lo dijo el Papa en su
catequesis de la audiencia general del 19 de febrero, ante la presencia de más
de veinte mil fieles, en la que prosiguió sus reflexiones sobre los
Sacramentos, deteniéndose en el de la Penitencia y Reconciliación. Después de
haber subrayado que "el perdón de nuestros pecados no es algo que podemos
darnos nosotros, no es fruto de nuestros esfuerzos, sino don del Espíritu
Santo" y que "no basta pedir perdón al Señor en la propia mente y en
el propio corazón" Francisco explicó que "es necesario confesar los
propios pecados al ministro de la Iglesia". En efecto, el sa ...
jueves, 20 de febrero de 2014
Papa Francisco: mirémonos en el corazón, para decirnos la verdad
En
el ambiente del barrio, de la parroquia, las relaciones deben inspirarse según
el criterio de la sinceridad y de la verdad, una verdad que viene directamente
de nuestro corazón. Es el mensaje que el Papa dejó a los fieles de la parroquia
de Santo Tomás Apóstol, en el barrio de Infernetto, en la periferia sur de
Roma, que visitó el domingo 16 de febrero por la tarde. El Obispo de Roma
venido de la Argentina comenzó su cuarta visita a una parroquia de su diócesis
encontrándose con los niños. El secreto para amar a Jesús, dijo al responder a
una pregunta de un pequeño parroquiano, "es dejarse amar por él. ¡Primero
nos ama Él!". Después Francisco se encontró con los bautizados en los
últimos meses y ...
martes, 18 de febrero de 2014
El Papa: la fe es paciente
"Y
esta gente, nuestro pueblo, en nuestras parroquias, en nuestras instituciones -
tanta gente -- es aquella que lleva adelante a la Iglesia, con su santidad, de
todos los días, de cada día. 'Hermanos, alégrense profundamente cuando se vean
sometidos a cualquier clase de pruebas, sabiendo que la fe, al ser probada,
produce la paciencia. Y la paciencia debe ir acompañada de obras perfectas, a
fin de que ustedes lleguen a la perfección y a la madurez, sin que les falte
nada'. Que el Señor nos dé a todos nosotros la paciencia, la paciencia alegre,
la paciencia del trabajo, de la paz, nos de la paciencia de Dios, ésa que Él
tiene, y nos de la paciencia de nuestro pueblo fiel, que es tan ejemplar".
lunes, 17 de febrero de 2014
8 consejos del Papa Francisco para tener éxito en el matrimonio
La
oportunidad era inmejorable. Ante más de 12.000 parejas de novios, el Papa
Francisco ofreció los ingredientes para elaborar la receta de un amor sólido.
domingo, 16 de febrero de 2014
Papa a los novios: hincapié sobre la calidad de la relación
"Un matrimonio no se logra si sólo
dura, sino que es importante su calidad". Lo dijo el Papa en la Plaza San
Pedro encontrando miles de parejas de novios provenientes de 30 países. El Papa
Francisco ha desarrollado un diálogo, respondiendo algunas preguntas. "El
amor verdadero no se impone, es necesario aprender a pedir también en el
matrimonio". Permiso, gracias y perdón son tres palabras claves para una
relación de respeto y acogida recíproca. "Es necesario que el casamiento
sea sobrio y haga resaltar aquello que es realmente importante. El verdadero
motivo de vuestra alegría es la bendición del Señor sobre vuestro amor. Hagan
de modo que, como el vino de Caná, los signos exteriores de vuestra fiest ...
miércoles, 12 de febrero de 2014
Francisco: el regreso de Cristo y juicio final
(ACI/EWTN Noticias).- En la audiencia general de esta
mañana, celebrada ante miles de fieles en la Plaza de San Pedro, el Papa
Francisco reflexionó sobre el juicio final, y explicó que quien se abre a
Jesús, a su amor y su salvación, no teme a esta realidad y, en cambio, se
convierte en una gran fuente de consuelo y confianza.
Queridos hermanos y
hermanas, ¡buenos días!:Hoy voy a comenzar la última serie de reflexiones sobre nuestra profesión de fe, tratando la afirmación: "Creo en la vida eterna". En particular, voy a reflexionar sobre el juicio final. Pero no tenemos que tener miedo: oigamos lo que dice la Palabra de Dios. Al respecto, leemos en el Evangelio de Mateo: entonces Cristo ‘vendrá en su gloria rodeado de todos los ángeles…Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, y pondrá a aquellas a su derecha y a estos a su izquierda.... éstos irán al castigo eterno, y los justos a la Vida eterna’ ( Mt 25,31-33.46 ).
Cuando pensamos en el regreso de Cristo y a su juicio final, que revelará, hasta sus últimas consecuencias, lo que cada uno haya hecho o dejado de hacer durante su vida terrena, percibimos que estamos ante un misterio que nos supera, que ni siquiera podemos imaginar. Un misterio que despierta casi instintivamente en nosotros un sentimiento de temor y quizás incluso trepidación. Sin embargo, si pensamos con atención acerca de este hecho, sólo puede agrandar el corazón de un cristiano y ser una gran fuente de consuelo y confianza.
En este sentido, el testimonio de las primeras comunidades cristianas es muy sugerente. Éstas de hecho, acompañaban las celebraciones y oraciones habitualmente con la aclamación Maranathá, una expresión que consta de dos palabras en arameo que, dependiendo de la forma en que se pronuncian, se pueden entender como una súplica: ‘¡Ven, Señor’, o como una certeza alimentada por la fe: ‘Sí, Señor viene, el Señor está cerca’. Es la exclamación en la que culmina toda la Revelación cristiana, al final de la contemplación maravillosa que se nos ofrece en el Apocalipsis de Juan (cf. Ap 22,20).
En ese caso, es la Iglesia-esposa que, en nombre de toda la humanidad y, como primicia, se dirige a Cristo, su esposo, ante la deseada espera de ser envuelta en su abrazo: el abrazo de Jesús, que es plenitud de vida y plenitud de amor. Así se abraza a Jesús. Si pensamos en el juicio en esta perspectiva, el miedo y la duda desaparecen y dejan espacio a la espera y a una profunda alegría: será el momento en que seremos juzgados finalmente, listos a ser revestidos con la gloria de Cristo, como con un vestido nupcial, y llevados al banquete, imagen de la comunión plena y definitiva con Dios
Una segunda razón de confianza se nos ofrece por la constatación de que, en el momento del juicio no se nos dejará solos. Es el mismo Jesús, en el Evangelio de Mateo, el que nos anuncia, que al final de los tiempos, los que le han seguido tomarán su lugar en la gloria para juzgar junto a él ( cf. Mt 19,28) . El apóstol Pablo después, escribiendo a la comunidad de Corinto, dice: ‘¿No saben ustedes que los santos juzgarán al mundo? Con mayor razón entonces, los asuntos de esta vida’. (1 Cor 6,2-3).
¡Qué hermoso saber que en ese momento, además de Cristo, nuestro Paráclito, nuestro Abogado ante el Padre (cf. 1 Jn 2:1), podremos contar con la intercesión y buena voluntad de tantos de nuestros hermanos y hermanas que nos han precedido el camino de la fe, que han dado su vida por nosotros y que continúan amándonos de manera indescriptible!
Los santos ya viven ante la presencia de Dios, en el esplendor de su gloria orando por nosotros que aún vivimos en la tierra. ¡Qué consuelo despierta en nuestros corazones esta certeza! La Iglesia es verdaderamente una madre y como una mamá, busca el bien de sus hijos, especialmente los más alejados y afligidos, hasta que encuentre su plenitud el cuerpo glorioso de Cristo con todos sus miembros.
Otra sugerencia se nos ofrece en el Evangelio de Juan, donde se afirma explícitamente que "Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvado por medio de él. El que cree en él no es condenado; pero el que no cree ya ha sido condenado, porque no ha creído en el unigénito Hijo de Dios" ( Jn 3:17-18 ).
¿Qué significa entonces que el juicio final ya está en marcha, que empieza ahora en el curso de nuestra existencia. Este juicio se pronuncia en cada momento de la vida, como reflejo de nuestra aceptación con fe de la salvación presente y operante en Cristo, o con nuestra incredulidad, con el consiguiente cierre en nosotros mismos. Pero si nos cerramos al amor de Jesús, somos nosotros mismos los que nos condenamos.
La salvación está en abrirse a Jesús, y Él nos salva; si somos pecadores –y todos lo somos– le pedimos perdón y si vamos a Él con el deseo de ser buenos, el Señor nos perdona. Pero para ello hay que abrirnos al amor de Jesús, que es más fuerte que todas las otras cosas. El amor de Jesús es grande, el amor de Jesús es misericordioso, el amor de Jesús perdona, pero tienes que abrirte y abrirte significa arrepentirse, acusarnos de cosas que no son buenas y que hicimos.
El Señor Jesús nos ha dado y sigue entregándose a nosotros, para colmarnos de toda la misericordia y la gracia del Padre. Somos nosotros, pues, los que podemos llegar a ser, en cierto sentido, los jueces de nosotros mismos, auto condenándonos a la exclusión de la comunión con Dios y con los hermanos.
No nos cansemos, por lo tanto de velar por nuestros pensamientos y nuestras actitudes, para gustar ya ahora con anticipo la calidez y la belleza del rostro de Dios –y esto va a ser hermoso– que contemplaremos en la vida eterna en toda su plenitud.
Adelante, piensen en este juicio que ya comenzó ahora. Adelante, asegurándose de que nuestro corazón se abra a Jesús y a su salvación; adelante sin miedo, porque el amor de Jesús es más grande y si pedimos perdón por nuestros pecados, Él nos perdona. ¡Es así Jesús! ¡Adelante, pues, con esta certeza, que nos llevará a la gloria de los cielos!
martes, 11 de febrero de 2014
Lombardi: «El Papa no cambia la moral ni las enseñanzas de la Iglesia, sólo modifica la perspectiva»
(La
Tercera/InfoCatólica) El portavoz
vaticano recuerda cómo ha sido su labor, ad portas de que el martes 11 de
febrero se cumpla un año de la renuncia del Papa Benedicto XVI. Según Federico
Lombardi, con el actual Pontífice «se respira un clima de entusiasmo, de
regocijo». Señala que «sacerdotes de todo el mundo nos cuentan que mucha gente
vuelve a llenar las iglesias». Lombardi tuvo una semana difícil por el informe
de la ONU que criticaba al Vaticano por su reacción a las acusaciones de
pedofilia. Lombardi lo calificó de «anómalo», de «ir más allá de sus
competencias».
Ha pasado un año desde que a usted le tocó
explicar la renuncia del Pontífice. ¿Cómo recuerda aquellos momentos?
Mis superiores me
avisaron de antemano de la decisión del Papa y del hecho de que la iba a
anunciar durante el Consistorio programado aquel 11 de febrero. Me preparé para
convocar de inmediato una rueda de prensa, porque imaginé que la noticia iba a
suscitar mucha sensación, preguntas y gran eco en el mundo entero. De hecho, en
cuanto empezó a circular en las agencias, la sala aquí al lado se llenó de
inmediato. Expliqué de forma clara el texto con el cual el Papa anunciaba su
renuncia y que ya contenía todos los elementos. Fue sin duda una gran novedad. Y
una enorme sorpresa para la mayoría de los fieles. Sin embargo, quien estaba
cerca al Santo Padre se daba cuenta de que, con su edad, las fuerzas le
alcanzaban cada vez menos a cumplir con los compromisos que le competían. El
mismo dejó entender que consideraría la posibilidad de dar un paso atrás si su
vigor dejaba de ser proporcional con sus obligaciones.
Con un año de distancia, ¿qué piensa de
aquella decisión?
Mirándola ahora queda
aún más claro que se trató de una decisión absolutamente sabia. No podía ser de
otra forma, ya que fue largamente madurada en la reflexión y en la oración por
una persona extraordinaria como Benedicto XVI. No me asombró de que se haya
revelado una elección sabia y muy apropiada: él pudo terminar su pontificado
con todas las fuerzas necesarias para hacerlo bien, hasta el final. La Iglesia
respondió con energía y pudo elegir en un plazo breve a un sucesor que -como
vemos todos los días- es mucho más rico de energía.
Fue un año con dos Papas compartiendo el
Vaticano. ¿Cómo se esperaba la relación entre los dos?
Me la esperaba tan
natural como fue. Para mí estaba absolutamente claro que no iba a haber ningún
problema. El Papa Benedicto es una persona extremadamente humilde y en seguida
aclaró cuál sería su actitud en este tiempo de retiro: un tiempo de oración
activa para la Iglesia, pero sin interferencia alguna con el sucesor al cual él
mismo abrió el camino con su renuncia. Por su lado, Francisco demostró gran
cordialidad, benevolencia, amistad hacia el predecesor. Los encuentros -desde
el primero en Castel Gandolfo, a los pocos días de la elección de Bergoglio,
hasta el último, antes de Navidad, en Vaticano - confirmaron que se trata de
una relación serena, cordial e intensa desde el punto de vista tanto humano
como espiritual. Todos nosotros percibimos con gratitud y positivismo la
presencia de Benedicto XVI como Papa Emérito que sigue acompañando la Iglesia
con su oración. Cuando aparece, miramos con ternura las imágenes: observar a
los dos rezando juntos, me da ánimo, es algo edificante.
¿La decisión de Benedicto XVI modificó la
institución del Papado?
De ninguna manera. El
Papa sirve la Iglesia, como siempre. Hay absoluta continuidad en la función del
Pontificado. Por supuesto cada Pontífice tiene su personalidad, su peculiar estilo
-podría definirlo- en el ejercicio de este ministerio. Por lo tanto, es natural
notar diferencias en algunos aspectos.
¿Qué novedad subrayaría?
Al principio, llamaron
la atención elecciones como la de residir en la Casa de Santa Marta y dejar
vacío el apartamento del palacio Apostólico. Como actitud general, se nota una
cierta sencillez en el trato y un enfoque muy pastoral de este nuevo Papa
Francisco. Ambos son rasgos que lo hacen tan cercano a los fieles y a la gente
y le atraen tantas simpatías, tanto afecto.
Y mucho trabajo…
¡Por supuesto! Pero se
trata de una labor placentera para quien -como él- acuna un ánimo tan pastoral.
Le encanta poder encontrar a la gente. Desempeña un ministerio muy bello, que
es un consuelo también para él, aunque sea cansador.
El Papa Francisco parece haber cambiado la
atmósfera en el pontificado. ¿Está de acuerdo?
Sí noté un cierto cambio
de atmósfera. Es verdad. Se respira un clima de entusiasmo, de regocijo. Muy
positivo. El Papa ha logrado transmitir lo que para él es fundamental: el
corazón del Evangelio es el anuncio del amor de Dios, de su misericordia para
todos. El mensaje cristiano es muy consolador y positivo. El Papa Francisco
consiguió que todo el mundo entendiera que el encuentro con Dios, incluso a
través de la Iglesia no es cuestión sólo de reglas. El no cambia la moral de la
Iglesia. No cambia el conjunto de sus enseñanzas. Sólo modifica la perspectiva:
logra comunicar primero la belleza de la misericordia. Todo hombre puede
salvarse, si quiere.
¿Este cambio de perspectiva está cosechando
consecuencias para la Iglesia?
Sabemos que suscita
consolación. Sacerdotes de todo el mundo nos cuentan que mucha gente está
volviendo a confesarse, a llenar las naves de las iglesias.
lunes, 10 de febrero de 2014
Un nuevo «delito»: la «abortofobia»
(Aleteia/InfoCatólica) El concepto de «fobia» pasó a ser usado, de manera
general, para indicar la actitud negativa y la injusta discriminación de
personas o de situaciones, identificadas por la palabra que se combina con el
término «fobia»: piense en la «cristianofobia», ya presente en muchos países,
cuyo objetivo (de ataques físicos, asedio moral y marginación) son los
cristianos; o la «homofobia», que es la violenta aversión a las personas
homosexuales. En el caso del aborto, sin embargo, la situación «denunciada»
como si fuera prejuiciosa es la oposición a un verdadero delito, que es el de
asesinar a un niño.
En la
sociedad de hoy, en que se
defienden a capa y espada los derechos de todos, menos los del feto, el nuevo
absurdo parece no escandalizar a casi nadie. Por el contrario: quien se opone
al aborto es quien se vuelve el «culpable» a castigar, aunque sólo exprese una
opinión o pida que las mujeres que planean abortar sean debidamente informadas
sobre todas las alternativas que podrían sustituir ese gesto extremo.
El paladín
de los derechos de los abortistas parece ser Francia, donde la ley Weil, de 1975, creó el
«delito» de obstrucción del aborto». Quien comete ese «delito», el de
obstaculizar el aborto, puede ser considerado un «abortofóbico».
Una nueva
medida legal propuesta en Francia, contraria a quien está contra el aborto, incluye dos
artículos de extraordinaria gravedad: el primero altera la ley actual, que ya
permite el aborto para las mujeres «en situación de dificultad». Esta ley es de
amplia interpretación, tanto que la historia francesa no relata un único caso
de mujeres que hayan tenido un aborto negado por ausencia de tal «situación de
dificultad». Aún así, el texto será alterado y la nueva ley dirá que el aborto
está permitido para las mujeres «que no desean llevar a cabo el embarazo a
término».
En la
práctica, poco cambia: el aborto en
Francia, al final, ya está permitido para cualquier mujer que lo solicite; pero
el cambio es decisivo desde el punto de vista del principio. El aborto no será
ya considerado como la consecuencia de una dificultad, como un drama, como una
derrota, y sí como una opción completamente normal; como un derecho (cf. La
Nuova Bussola Quotidiana, 24 de enero).
La segunda
alteración en la legislación francesa prohíbe obstaculizar el aborto no sólo físicamente, lo
que ya estaba en vigor, sino también psicológicamente. La lectura de los
trabajos preparatorios revela que la intención del legislador es prohibir que
en los hospitales las mujeres sean informadas sobre las alternativas al aborto;
prohibir, también, que los voluntarios de los centros de apoyo a la vida
circulen por los hospitales; y prohibir, incluso, aun fuera o en la
proximidades de los hospitales que haya protestas o divulgación de
informaciones pro-vida a las mujeres. Esa ley fue aprobada en la primera
sesión, pero debe ser sometida a una segunda.
La ministra
francesa de los Derechos de las Mujeres, Najat Belkacem-Vallaud, fue los suficientemente lejos
para declarar que el número de abortos en Francia aún es «muy bajo». Aparentemente,
ella piensa que es poco el hecho de que 35% de las mujeres francesas ya
abortaron y que, sólo el año pasado, 220 mil niños fueron abortados en el país,
frente a 810 mil que nacieron. Otra ministra francesa, y de Salud, Marisol
Touraine, llegó a pedir que Francia haga una «movilización» contra la ley del
país vecino, España, que pretende establecer algunas restricciones al aborto.
La
«abortofobia» parece destinada, por
lo tanto, a tener larga vida en tierras francesas. Y la primera víctima fue un
hombre de 84 años, Xavier Dor, conocido activista pro-vida que fue declarado
culpable de dar a una mujer embarazada un par de zapatos de bebé con el fin de
disuadirla de abortar. Él deberá pagar una multa de 10.000 euros o corre el
riesgo de quedar aún un mes en la cárcel.
A causa del
«delito» de «abortofobia», los
franceses pro-vida pueden ahora ser procesados y condenados simplemente por
realizar actividades de información y disuasión en los hospitales, por indicar
un número de teléfono a una mujer embarazada o por proponerle una reflexión
sobre lo que es el aborto.
De la misma
forma, son criminalizados aquellos
que organizan y participan en las Marchas por la Vida o mantienen páginas web
con informaciones contrarias al aborto. La pena máxima prevista por la ley es
de dos años de prisión a 30.000 euros de multa.
Ante los
magistrados que leyeron su sentencia, Xavier Dor, que desde hace años define el Estado
Francés como «République luciférienne», declaró, desde lo alto de sus 84 años:
«Delito es asesinar a un niño».
viernes, 7 de febrero de 2014
Hombre desfigurado contó qué le dijo el Papa cuando lo abrazó -- Noticiero Univisión
Vinicio Riva,
un italiano de 59 años con neurofibromatosis, contó qué le dijo el Papa cuando
lo abrazó sin importarle los quistes que deforman todo su cuerpo.
jueves, 6 de febrero de 2014
Papa: "Es importante que no haya niños sin hacer comunión
FRANCISCO
"Queridos hermanos y hermanas. Buenos días. Buenos días pero no
buen día, hace un día un poco malo...”
El Papa continuó con sus catequesis sobre los sacramentos. Después de
hablar del Bautismo y la Confirmación, hoy habló de la Eucaristía.
Francisco explicó por qué hay que ir a Misa.
FRANCISCO
"Es un don tan grande que por eso hay que ir a Misa el domingo. No
sólo para rezar sino para recibir la Comunión que es el pan y el cuerpo de
Jesucristo y que nos salva, nos perdona y nos une al Padre. Es bonito hacer
esto”.
El Papa dijo que la palabra "eucaristía” procede del griego
y significa "agradecimiento”. Explicó que la Última Cena es un gesto de
extremo agradecimiento a Dios Padre por su amor y misericordia. Dijo que
celebrar la Eucaristía no es sólo un recuerdo.
FRANCISCO
"La celebración eucarística no es un simple banquete. Es el
memorial de la Pascua de Jesús, el misterio central de la salvación.
'Memorial' no significa sólo un recuerdo, un simple recuerdo. Significa que
cada vez que celebramos este sacramento participamos en el misterio de la Pasión,
Muerte y Resurrección de Cristo. La Eucaristía constituye el cúlmen de la
acción salvadora de Dios”.
Francisco dijo que gracias a la Eucaristía es posible mantener la
pertenencia a la Iglesia. Por eso, añadió que es importante que los
niños hagan la Primera Comunión.
FRANCISCO
"Es importante que los niños se preparen bien para la Primera
Comunión y que ningún niño no la haga. Porque es el primer paso fuerte, fuerte
de esta pertenencia a Jesucristo, después del Bautismo y la Confirmación”.
A pesar del mal tiempo, el Papa volvió a pasearse entre los peregrinos.
Para protegerse de la lluvia cambió de papamóvil y se pudo volver a ver el
modelo que usaba Benedicto XVI.
martes, 4 de febrero de 2014
Papa Francisco: la vida consagrada es un don de Dios
La
luz de Cristo llega a los pueblos y dispersa las tinieblas de un mundo sin
alegría. En la Basílica de San Pedro, iluminada por miles de velas, el Papa
Francisco celebró la fiesta de la Presentación del Señor: cuando los jóvenes
María y José llevaron a su niño al Templo. Fue el primer encuentro entre Jesús
y su pueblo, representado por los ancianos Simeón y Ana. En la XVIII Jornada de
la Vida Consagrada, explicó que en el sí de los que han abrazado la llamada del
Señor revive el encuentro "entre los jóvenes y los ancianos, entre la
observancia y la profecía. Misterio en el que el Espíritu, da la alegría de
"caminar en una regla de vida", "nunca, rígidos, cerrados,
siempre abiertos a la voz de Dios q ...
lunes, 3 de febrero de 2014
Congregación para la Doctrina de la Fe supervisará Comisión de abusos sexuales
Francisco se reunió con la Asamblea Plenaria de la Congregación para la Doctrina de la Fe, encargada de "custodiar” la doctrina católica, pero también de investigar y sancionar a sacerdotes acusados de abuso sexual.
Por eso, les dio la gracias por ocuparse de juzgar estos delitos.
FRANCISCO
"Tened sobre todo presente el bien de los niños y de los jóvenes,
que en la comunidad cristiana deben ser protegidos y apoyados en su crecimiento
humano y espiritual”.
También habló sobre la comisión que creó en octubre para prevenir los
abusos y ayudar a las víctimas .
FRANCISCO
"Estamos estudiando la posibilidad de incorporar a vuestro
dicasterio la Comisión para la protección de los niños, que establecí y que
querría que fuera ejemplar para quienes desean promover el bien de los niños”.
sábado, 1 de febrero de 2014
Francisco: La fe no es ideología, no es un conjunto de doctrinas abstractas
La
fe no es ideología, no es un conjunto de doctrinas abstractas, cuidar la pureza
de la fe, para preservarla, es una de las tareas de la Congregación para la
Doctrina de la Fe, que el Papa subrayó en el discurso en la Plenaria del
dicasterio. "Si la verdad exige la fidelidad, ésta crece siempre en la
caridad y en la ayuda fraterna para quien está llamado a madurar o aclarar las
propias convicciones". "Respecto también al método de su trabajo, sé
que su Dicasterio se distingue por la praxis de la colegialidad y del diálogo,
porque la Iglesia es lugar de la comunión". Papa Francisco también elogió
el trabajo que se está desarrollando en el tratar las problemáticas delicadas
acerca de los llamados delit
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