martes, 1 de marzo de 2016

Papa en Santa Marta: “Dios nos salva en las cosas pequeñas y sencillas”



Durante la homilía de la mañana de este lunes en Casa Santa Marta, el Papa Francisco reflexionó sobre el sentimiento del desprecio.

El Papa recordó el pasaje del Evangelio en el que los habitantes de Nazaret miraban a su vecino Jesús con desdén. Eran incapaces de apreciar lo sencillo que era la curación que él ofrecía.

PAPA FRANCISCO
"¿Por qué esta indignación? Porque en nuestra imaginación, la salvación debe venir de algo grande, de algo majestuoso; sólo nos salvan los poderosos, aquellos que tienen fuerza, que tienen dinero, que tienen poder: estos pueden salvarnos. ¡Y el plan de Dios es otro! Se indignan porque no pueden comprender que la salvación sólo viene de lo pequeño, de la sencillez de las cosas de Dios”. 

El Papa terminó recordando que la salvación debe llegar de las cosas sencillas, no de las grandes y opulentas.

EXTRACTOS DE LA HOMILÍA DEL PAPA 
(Fuente: Radio Vaticana)

"Cuando Jesús hace la propuesta del camino de salvación – prosiguió explicando el Papa Bergoglio –  jamás habla de cosas grandes”, sino "de cosas pequeñas”. Son "las dos columnas del Evangelio” que se leen en Mateo, las Bienaventuranzas y, en el capítulo 25, el Juicio final, "Ven, ven conmigo porque hiciste esto”: 


"Cosas sencillas. Tú no has buscado la salvación o tu esperanza en el poder, en los acuerdos, en las tratativas… no… has hecho sencillamente esto. Y esto indigna a tantos. Como preparación a la Pascua, yo lo invito – también lo haré yo – a leer las Bienaventuranzas y a leer Mateo 25, y pensar y ver si algo de esto me indigna, me quita la paz. Porque la indignación es un lujo que sólo pueden permitirse los vanidosos, los orgullosos. Si al final de las Bienaventuranzas Jesús dice una palabra que parece… ‘Pero, ¿por qué dice esto?’. ‘Bienaventurado aquel que no se escandaliza de mí’, que no tiene desdén de esto, que no siente indignación”. 


"Nos hará bien dedicar un poco de tiempo – hoy, mañana – y leer las Bienaventuranzas, leer Mateo 25, y estar atentos a lo que sucede en nuestro corazón: si hay algo de indignación y pedir la gracia al Señor de comprender que la única vía de la salvación es la ‘locura de la Cruz’, es decir el aniquilamiento del Hijo de Dios, del hacerse pequeño. Representado, aquí, en el baño en el Jordán o en la pequeña aldea de Nazaret”. 



"O los saduceos que buscaban la salvación en los acuerdos con los poderes del mundo, con el Imperio… unos con los acuerdos clericales, otros con los acuerdos políticos, buscaban la salvación así. Pero el pueblo era sagaz y no creía. Sí creía a Jesús, porque hablaba ‘con autoridad”.

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