"Con gran, con gran, sufrimiento y preocupación sigo
la situación en Siria. El aumento de la violencia en una guerra entre hermanos,
con el multiplicarse de estragos y actos atroces, que todos hemos podido ver
también en las terribles imágenes de estos días, me impulsa, una vez más, a
alzar la voz para que se detenga el rumor de las armas. El enfrentamiento no
ofrece perspectivas de esperanza para resolver los problemas, sino la capacidad
de encuentro y de diálogo. Desde lo profundo de mi corazón, quisiera manifestar
mi cercanía con la oración y la solidaridad a todas las víctimas de este
conflicto, a todos aquellos que sufren, especialmente a los niños, e invitar a
tener siempre encendida la esperanz ...
esperanza de paz. amen!
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