Una oración
silenciosa, postrado ante el altar. Papa Francisco inauguró la celebración de
la Pasión del Señor en la Basílica Vaticana, orando por los que - aún hoy - son
brutalmente perseguidos por la furia ciega del hombre y por los muchos que -
aún hoy - se lavan las manos ante las injusticias. De alguna manera, de hecho,
recordó en el curso de la predicación el padre Raniero Cantalamessa, el proceso
de Jesús por Pilatos se reitera en nuestros días, con diferentes personajes,
pero de la misma manera.
“Ciertamente,
los cristianos no son las únicas víctimas de la violencia homicida que hay en
el mundo, pero no se puede ignorar que en muchos países ellos son las víctimas
designadas y más frecuentes ...
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