Tras felicitar
la Navidad a la Curia Francisco acudió inmediatamente al Aula
Pablo VI para hacer lo mismo pero con cientos de empleados del Vaticano y sus familias.
Les agradeció su trabajo
"escondido” y tantas veces poco reconocido.
FRANCISCO
"Sabemos que esto es normal, es
simplemente hacer nuestro deber, pero sabemos también que para nosotros, seres
humanos, no es fácil. No somos máquinas, gracias a Dios”.
A continuación pidió perdón por los escándalos que sacudieron el Vaticano y
pidió oraciones por las personas envueltas en ellos.
FRANCISCO
"Deseo también pediros perdón por
los escándalos que hubo en el Vaticano. Rezad por las personas envueltas, para
que quien ha fallado se arrepienta y pueda volver a encontrar el camino justo”.
Sin embargo, Francisco dijo que
quería hablarles sobre la familia. Les pidió que la cuiden
porque es lo más importante.
FRANCISCO
"El matrimonio es como una planta.
No es como un armario que se deja allí, en la habitación, y basta con quitarle
el polvo de vez en cuando. La vida de pareja no debe darse nunca por supuesta,
en ninguna fase de la vida de una familia”.
Y por supuesto, habló de las peleas.
Dijo que son normales pero recomendó que se ponga
fin a la discusión en el mismo día. Dijo que si no se zanja la
cuestión, la atmósfera del día siguiente pesa.
FRANCISCO
"¿Hubo guerra durante el día? ¿Y
guerra caliente? No dejar que esta guerra se enfríe, porque la guerra fría del
día siguiente es más peligrosa que la guerra caliente. ¿Entendido? Haced la paz
por la noche siempre”.
Al terminar el Papa saludó con calma a muchos de los empleados vaticanos.
Bajó a saludarlos él mismo y hasta bromeó con algunos.
"Es la mejor suegra del mundo. Me
ha acogido como una hija”.
"Pero... algunas buenas hay”.
Al Papa se lo vio afectado por la
gripe en algunas ocasiones pero pareció disfrutar mucho del
rato que pasó con los empleados. Estuvo casi 20 minutos hablando y bromeando
con ellos y en ningún momento dio muestras de tener prisa o querer abandonar el
Aula Pablo VI.
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