El primer evento del Papa en Armenia
fue la visita al Echtmiadzin, el que se puede considerar
como "el Vaticano de los armenios”.
Allí se reunió con el Catolicós
Karekin II. Juntos entraron en la catedral en
procesión mientras repicaban las campanas y el coro entonaba un
canto en honor a San Gregorio el Iluminador, patrón y fundador de la Iglesia
apostólica armenia.
El Papa y el Catolicós besaron la
Cruz y el Evangelio y una vez en el altar, se saludaron afectuosamente.
Allí rezaron juntos el salmo 122.
Después, el Catolicós agradeció esta visita del Papa a Armenia y recordó
especialmente la misa que presidió el año pasado en el Vaticano con
motivo del centenario del genocidio armenio.
Precisamente Francisco elogió la fe
de los armenios, sobre todo en los momentos más duros de su historia.
FRANCISCO
"La fe en Cristo no ha sido para
Armenia como un vestido que se puede poner o quitar en función de las
circunstancias o conveniencias, sino una realidad constitutiva de su propia
identidad, un don de gran valor que se debe recibir con alegría, y custodiar
con atención y fortaleza, a precio de la misma vida”.
Explicó también que es necesario caminar hacia la plena unidad de todos los cristianos mediante
la colaboración para responder con eficacia a los desafíos actuales.
FRANCISCO
"El mundo, desgraciadamente, está
marcado por las divisiones y los conflictos, así como por formas graves de pobreza
material y espiritual, incluida la explotación de las personas, incluso de
niños y ancianos, y espera de los cristianos un testimonio de mutua estima y
cooperación fraterna, que haga brillar ante toda conciencia el poder y la
verdad de la resurrección de Cristo”.
Dijo además que el ecumenismo es un
ejemplo no solo para los creyentes sino para todo el mundo porque muestra cómo superar las diferencias.
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