Jesús ora pos sus discípulos, por el pueblo y lo sana,
donándole salud al alma y al cuerpo. Fue la reflexión del Papa Francisco en su
homilía de la Misa matutina celebrada en la Capilla de la Casa de Santa Marta,
en la memoria de los santos Simón y Judas Tadeo. Esta celebración ofreció al
Pontífice la ocasión para reflexionar sobre la misión de la Iglesia, edificada
sobre las columnas de los apóstoles. También hoy nosotros – aclaró el Papa –
formamos parte de este templo edificado por el Espíritu Santo, no obstante
nuestros límites y nuestra fragilidad. “A Jesús no le importó el pecado de
Pedro – agregó Francisco – sino buscaba su corazón”.
“Nosotros somos ciudadanos, conciudadanos de esta Iglesia. S ...
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