Definición
La
Medicina entiende por aborto toda expulsión del feto, natural o provocada, en
el período no viable de su vida intrauterino, es decir, cuando no tiene ninguna
posibilidad de sobrevivir. En el lenguaje corriente, aborto es la muerte del
feto por su expulsión, natural o provocada, en cualquier momento de su vida
intrauterino. El aborto es provocado, se realiza matando al hijo en el seno
materno o bien forzando artificialmente su expulsión para que muera en el
exterior.
En
ocasiones se actúa sobre embarazos de hijos viables, matándolos en el interior
de la madre o procurando su muerte después de nacer vivos. Esto no es,
médicamente hablando, un aborto, muchas legislaciones lo incluyen en la figura
del infanticidio.
Secuelas
psíquicas del Aborto
Un
estudio realizado sobre pacientes post-aborto a sólo 8 semanas de haber
abortado, los investigadores hallaron que el 44 % se quejaba de trastornos
nerviosos, el 36 % había sufrido alteraciones del sueño, el 31 % tenía
arrepentimientos por la decisión tomada y al 11 % le habían sido prescritos
fármacos psicotrópicos por su médico de cabecera. Un estudio de cinco años en Canadá detectó
que el uso de los servicios médicos y psiquiátricos era sensiblemente mayor el
25 % entre mujeres que habían abortado frente al 3 % del grupo de control. Hay sentimientos
reprimidos que son susceptibles de causar afecciones psicosomáticas y
psiquiátricas o de conducta.
Un
importante muestreo concluyó que al menos un 19 % de mujeres que han abortado
padecen trastornos por estrés post-traumático (PTSD). Aproximadamente la mitad
presentaba muchos de los síntomas, aunque no todos, y entre un 20 y un 40 por
ciento mostraban niveles de estrés que fluctuaban entre moderados y altos. El
PTSD es una disfunción psicológica que anula los mecanismos normales de defensa
de una persona, derivando en miedo intenso, sensación de estar atrapado, o en
pérdida del control. El riesgo se incrementa cuando es percibido con amenazas
de lesión física, violación sexual o presencia personal o participación en una
muerte violenta.Hay varias razones para
que esto ocurra, entre ellas forzadas por maridos, novios, padres u otros
Entre un
treinta y un cincuenta por ciento de mujeres que han abortado declaran sufrir
disfunciones sexuales, tanto de breve como de larga duración, que comienza
inmediatamente después de sus respectivos abortos.Pueden incluir uno o varios
problemas: ausencia de placer en las relaciones, dolor añadido, aversión al
sexo o a los hombres en general, o desarrollo de una forma de vida de tipo
promiscuo.
Aproximadamente
un 60 por ciento de mujeres que experimentan secuelas post-aborto declaran
albergar ideas suicidas, con un 28 por ciento que intenta realmente suicidarse,
de las cuales la mitad lo ha hecho en dos o más ocasiones. La tasa de suicidio dentro del año posterior
a la práctica del aborto era tres veces más alta que la tasa general femenina,
siete veces más elevada que para las mujeres que llevan a término su embarazo,
y casi el doble de alta que la de las mujeres que habían sufrido un aborto por
causas naturales.
Fuentes:ACI PRENSA Y PRO VIDA INTERNACIONAL
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