No hablar con el Padre sin estar en paz con el hermano. Tres
criterios, ¿eh?: un criterio de realismo; un criterio de coherencia, es decir,
no matar, pero tampoco insultar, porque quien insulta mata, asesina; y un
criterio de filiación: no se puede hablar con el Padre, si no puedo hablar con
mi hermano. Y esto es superar la justicia, la de los escribas y la de los fariseos.
Esto no es fácil, ¿no? Pero es el camino que Jesús nos indica para seguir
adelante. Pidámosle a Él la gracia de poder ir adelante en paz entre nosotros,
siempre con coherencia y en un espíritu de filiación.
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