En una «sociedad sin padres» como la nuestra, el Papa
Francisco centró su catequesis en la figura paterna, reflexionando sobre la
cultura occidental, que vivió como una liberación el que haya desaparecido la
figura autoritarista y coartadora de un padre, para luego pasar al otro
extremo. Es decir, a la ausencia del padre, centrado en sí mismo que olvida a
la familia. Actitud que causa en los hijos un sentido de orfandad. A menudo hay
padres que no saben cómo educar y en la duda se abstienen o se refugian en una
improbable relación ‘a la par’. También la sociedad civil tiene
responsabilidades hacia los jóvenes, huérfanos por falta de perspectivas, de
trabajo, «de maestros en los cuales confiar, de idea .
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