Cincuenta personas con pocos recursos pudieron conocer la Sábana Santa
gracias a la financiación del Papa Francisco. Diez horas de autobús desde Roma
a Turín para conocer la reliquia. Pablo Walter Castiglia es el sacerdote de la
parroquia Santa Lucía, en Roma, que organizó el viaje.
P.
PABLO WALTER CATIGLIA
Parroquia
de Santa Lucía (Roma)
"Lo
comunicamos al limosnero del Papa, diciéndole que teníamos esta propuesta, y
enseguida fue apoyada también por el Papa. No quiso sólo apoyar diciendo que
era una buena iniciativa y que estaba de acuerdo, sino también económicamente
contribuyó pagando el autobús, con el que fuimos a Turín”.
Se les ocurrió la iniciativa con motivo de la Ostensión extraordinaria
de la Síndone y asegura que lo más impactante de todo fue el agradecimiento de
cada uno de ellos.
P.
PABLO WALTER CATIGLIA
Parroquia
de Santa Lucía (Roma)
"Yo
noté en todos, cristianos y no cristianos, un reconocimiento, un sentimiento de
gratitud. FLASH ...El modo, bueno y afectuoso, con el que una religiosa les
recibió en la casa donde dormíamos. Percibieron que esa religiosa realmente los
quería, los consideraba. Tanto, de emocionarse”.
El grupo era muy heterogéneo. Había jóvenes, adultos, cristianos,
musulmanes, ateos y de todas partes del mundo.
GIOVANNI
"Me
enteré del viaje a Turín para conocer la Sábana Santa y aproveché la oportunidad
para cumplir el deseo de mi madre, que hace años me invitó a ver la Síndone,
porque la había visto y le tenía mucha devoción. Nunca me hubiera imaginado que
iba a poder viajar a esta edad”.
Cuentan que allí pasaron dos días y fueron recibidos personalmente por
el arzobispo de la ciudad que saludó uno a uno a los integrantes del grupo, un
gesto de cariño que muchas veces no reciben.
P.
PABLO WALTER CATIGLIA
Parroquia
de Santa Lucía (Roma)
"Alguno
lograba percibir el amor de Dios en ese signo de sufrimiento, que es la Sábana.
FLASH La experiencia común que hemos hecho es la de sentirnos amados por la
suma de gestos de generosidad y de atención que tantos tuvieron para que esto
fuera posible”.
No serán los únicos que puedan disfrutar de esta experiencia, sesenta
personas sin hogar viajarán hasta Turín desde la parroquia romana de San
Eustaquio. Pequeñas iniciativas de Francisco que ayudan a las personas sin
hogar a recordar que no están solos.
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