Este fue el único Ferrari en el que se ha visto a Juan Pablo II. Es la visita que hizo el Papa a la
mítica fábrica de Ferrari, en Maranello, y
posterior misa en el circuito de Fiorani. Cuando iba
a subirse en el papamóvil para recorrer la pista, alguien sugirió que, dado el
lugar en el que se encontraban, lo más apropiado era un Ferrari. Este Mondial 8
se convirtió en papamóvil por un día.
Sin embargo, Juan Pablo II tuvo otro
Ferrari que ha batido todos los récords y superado expectativas y no estamos
hablando de su velocidad. Este, el modelo Enzo, ha sido subastado en México por más de 6 millones de dólares.
Ferrari regaló a Juan Pablo II en
2005 este coche, el último fabricado de este modelo del que solo se produjeron
399 unidades. A Juan Pablo II le regalaron esta, la número 400. El Papa pidió
entonces que se subastara y la recaudación se destinara a las víctimas del
tsunami que asoló el sudeste asiático en 2004.
Un coleccionista estadounidense pagó
entonces 950.000 dólares por él. Y el importe íntegro se donó a las víctimas.
En esta audiencia, el entonces presidente de la casa, Luca Cordero di
Montezemolo, hizo entrega de la recaudación de la subasta a Benedicto XVI.
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