domingo, 23 de agosto de 2015

Vaticanos vuelven a mostrar al público los tesoros de la “Sala degli Indirizzi”



Los Museos Vaticanos han vuelto a abrir al público una de sus salas con más historia la "Sala degli Indirizzi”, la sala de los mensajes, que tras dos años de restauración, puede volver a visitarse.

GUIDO CORNINI
Museos Vaticanos
"La sala se llama así porque conservaba los mensajes, es decir, los regalos que soberanos y jefes de Estado de todo el mundo entregaban al Papa: hablamos de medallas, diplomas y otros objetos similares que estaban de moda. Muestran el tipo de relaciones internacionales que había a nivel diplomático”.

La sala conserva colecciones del Museo de la Biblioteca Vaticana. En su interior hay cálices, patenas y distintos objetos litúrgicos de muchos siglos de antigüedad. 

Uno de los objetos más llamativos es este crucifijo que Luis XVI de Franciallevaba consigo en el momento de su muerte.

GUIDO CORNINI 
Museos Vaticanos
"Es un crucifijo devocional, una pequeña cruz pintada para devoción personal que Luis XVI de Francia tuvo en su vida y que sujetaba en la mano cuando fue encarcelado durante la Revolución Francesa. Incluso lo tenía en el camino que separaba su celda del patíbulo donde fue guillotinado”.

Fue el último objeto que vio y al que rezó antes de ser ejecutado. 


También hay objetos de aquella época, que pertenecieron al Papa Pío VII, como este sombrero o este bastón con el que salía a pasear. Durante su pontificado se produjo la Revolución Francesa, pero también es conocido por ser quien restauró la Compañía de Jesús en 1814.

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