Ante cientos de miles de personas y
una gigantesca imagen del Che Guevara, el
segundo mensaje que el Papa Francisco dirigió a los cubanos y al mundo desde La
Habana fue que no se olviden de los más frágiles, que les sirvan.
FRANCISCO
"Porque ser cristiano entraña
servir la dignidad de sus hermanos, luchar por la dignidad de sus hermanos y
vivir para la dignidad de sus hermanos”.
Insistió en que la importancia de una
nación se mide en cómo atienden a los más necesitados y que el servicio debe
ser gratuito, por amor. El servicio, dijo sirve a las
personas, no a las ideologías.
FRANCISCO
"Hay un «servicio» que sirve; pero
debemos cuidarnos del otro servicio, de la tentación del «servicio» que «se»
sirve. Hay una forma de ejercer el servicio que tiene como interés el
beneficiar a los «míos», en nombre de lo «nuestro»”.
Francisco concluyó su homilía
recordando que quien no vive para servir, no sirve para vivir.
Al terminar la celebración, y antes
de dejar la Plaza de la Revolución, el Papa no dejó escapar la ocasión de
enviar un mensaje de apoyo a gobierno de Colombia y FARC,
quienes están negociando en Cuba cómo instaurar la paz en el país.
FRANCISCO
"Por favor, no tenemos derecho a
permitirnos otro fracaso más en este camino de paz y reconciliación”.
La Plaza de la Revolución es uno de
los lugares más emblemáticos del país y en este mismo sitio celebraron misa Juan Pablo II en 1998 y Benedicto
XVI en 2012.
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