lunes, 18 de mayo de 2015

Obispo de Kenia lamenta indiferencia mundial ante el asesinato de 150 estudiantes cristianos




Los obispos de Kenia se reunieron con el Papa y como no podía ser de otra manera hablaron del atentado en la Universidad de Garissa en el que fueron asesinados 150 estudiantes cristianos. El ataque fue reivindicado por el Estado Islámico. 

Visiblemente afectado, Anthony Muheria asegura que la reacción mundial no estuvo a la altura de la tragedia. Lamenta que una vida en África valga menos. 


MONS. ANTHONY MUHERIA 
Obispo de Kitui (Kenia) 
"Hablan cuando les afecta de cerca. Si les hubiera afectado a ellos, si fuera un exchange student de Estados Unidos, me parece que hubiera sido muy diferente lo que hubiera hecho Estados Unidos”.

Dice que la comunidad internacional debe actuar ya ante el yihadismo porque no es un problema aislado, es una amenaza global. Recuerda que este fanatismo no tiene nada que ver con la religión.

MONS. ANTHONY MUHERIA 
Obispo de Kitui (Kenia)
"Esto es lo que tenemos que lamentar y decirlo, una vez y otra. Sea americano, sea italiano, sea keniano, sea africano, sea indio, sea asiático, educado, no educado, musulmán, con dinero, sin dinero. Es una vida y 150 es demasiado”. 

La Iglesia está prestando apoyo moral y espiritual a las familias de las víctimas. También intenta que el extremismo no empañe la convivencia. 

MONS. ANTHONY MUHERIA 
Obispo de Kitui (Kenia) 
"Nosotros como Iglesia estamos intentando hablar con la gente. Primero, perdonar. En este año de misericordia. Y segundo, no dejar espacio al odio o sentido de vendeta o venganza. No es fácil porque es humano que las personas sientan esta amargura”.

Pese a que el atentado en Garissa estuvo claramente dirigido contra los cristianos, la Iglesia cuenta con mucha fuerza en Kenia. Hay más de 7 millones de católicos, un tercio de la población del país, 5.000 jóvenes se preparan para ser sacerdotes en el país.


MONS. ANTHONY MUHERIA 
Obispo de Kitui (Kenia)
"Estamos en un momento de gracia, momentos en los que se ve que el Espíritu Santo está muy activo, muy presente porque esos frutos no se pueden ver ni testimoniar si no hay esta ayuda fuerte del Espíritu Santo”. 

En la bendición Urbi et Orbi de Pascua, el Papa recordó a estos 150 jóvenes asesinados por el único hecho de estar bautizados. 


Francisco denuncia constantemente la persecución y el silencio cómplice contra los cristianos.

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