A las 9:30 de la mañana Raúl Castro llegó al Vaticano para su primera
reunión con el Papa Francisco.
Bienvenido.
Gracias. Es un honor.
El Papa quitó todos los obstáculos que pudieran impedir un diálogo franco.
También estos bolígrafos gigantes.
La reunión a puerta cerrada duró 55 minutos. A lo largo de la visita, el presidente
cubano dio las gracias al Papa por lo que ha hecho para mejorar las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Además le dijo
que Cuba espera con mucha ilusión su visita a La Habana prevista para
septiembre.
Le regaló una de las 25 medallas de
plata acuñadas por los 200 años de la catedral de La Habana.
También este cuadro con unas barcas
en forma de cruz ante las que reza un emigrante, para agradecerle su
sensibilidad por esta cuestión.
El Papa le entregó una medalla de San
Martín, que cubre con su manto a un pobre, como ejemplo de lo que deben hacer los líderes por su pueblo.
El encuentro fue tan cordial, que
concluyó con estas sinceras palabras.
Rece por mí.
Rece usted por mí.
Lo hago.
Una petición muy personal del
presidente de uno de los más veteranos regímenes comunistas.
Raúl estaba tan satisfecho que dio
unas declaraciones a la prensa:
Estoy muy contento. He venido para
agradecer lo que ha hecho para empezar a resolver los problemas de los EEUU y
Cuba.
En las próximas semanas el Vaticano
publicará la agenda de la visita del Papa a
Cuba, que en septiembre viajará a Washington vía La Habana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario