Después de visitar un campo de
refugiados, el Papa ha pedido a Europa y al resto del
mundo que mire a estas personas forzadas a emigrar. Que no los vean
como frías estadísticas o como potenciales amenazas.
FRANCISCO
"La preocupación de las
instituciones y de la gente, tanto aquí en Grecia como en otros países de
Europa, es comprensible y legítima. Sin embargo, no debemos olvidar que los
emigrantes, antes que números son personas, son rostros, nombres, historias.
Europa es la patria de los derechos humanos, y cualquiera que ponga pie en
suelo europeo debería poder experimentarlo. Así será más consciente de deberlos
a su vez respetar y defender”.
En el puerto de Lesbos, Francisco ha pedido se trabaje en los países de origen para
atajar las causas que provocan las emigraciones, y que no se actúe
con medidas unilaterales.
En concreto, ha pedido que la comunidad internacional retire cualquier apoyo a quienes
sostienen proyectos de odio y de violencia y que actúe contra el
tráfico de armas.
A orillas del mar el Papa y los otros
dos líderes cristianos han rezado por las víctimas de las migraciones
forzadas.
FRANCISCO
"Dios de Misericordia, te pedimos
por todos los hombres, mujeres y niños que han muerto después de haber dejado
su tierra,buscando una vida mejor”.
"Ilumina a todos, a las naciones,
comunidades y a cada uno de nosotros, para que reconozcamos como nuestros
hermanos y hermanas a quienes llegan a nuestras costas”.
Luego, a orillas del mar, los tres lanzaron unas coronas de flores y rezaron en silencio mirando
al mar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario