Todo es
gracia, es don gratuito de Dios y de su amor por nosotros. «También la
salvación es gratuita, nadie la puede comprar». Y así como recibimos el don de
la gracia de Dios, lo debemos donar a los demás, dijo el Papa Francisco en la
fiesta de la Inmaculada Concepción en la cita del Ángelus. María la llena de
gracias, como la llama el ángel Gabriel «nos muestra que el ser viene antes del
hacer, y que hay que dejar hacer a Dios para ser verdaderamente como Él nos
quiere». Y este misterio de la acogida de la gracia, que en María por
privilegio único, no tuvo el obstáculo del pecado, es una posibilidad para
todos.
Como dice
San Pablo, también nosotros somos bendecidos, amados desde siempre por medio d
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