El Papa mantuvo un divertido
encuentro con más de 6.000 niños y niñas pertenecientes a coros de todo el
mundo.
No cabía un alfiler en el Aula Pablo
VI y los niños mostraron este entusiasmo cuando llegó Francisco.
El Papa respondió a las preguntas de
algunos de ellos como por ejemplo, si le gusta cantar a lo que Francisco respondió con mucho humor.
FRANCISCO
"Me gusta escuchar cantar pero, si
yo cantase, parecería un asno porque no sé cantar”.
También le preguntaron cómo consigue "ser tan bueno”, una pregunta
que hizo reír al Papa.
"¿Cómo consigue ser tan bueno
siempre, no se enfada nunca?”
FRANCISCO
"¿Quién es el único bueno? Solo
Dios es bueno. La otra pregunta, "si nunca me enfado”. Sí, ¡me enfado pero
no muerdo! A veces me enfado cuando alguien hace algo que no está bien, me
viene un poco... Pero me ayuda pararme y pensar en las ocasiones en las que he
hecho enfadarse a otros”.
La tercera pregunta también fue muy
curiosa y reveló un anhelo del Papa Francisco cuando era niño. Le preguntaron a qué quería dedicarse de pequeño.
FRANCISCO
"He cambiado de idea, obviamente.
Pero respondiendo a tu pregunta. Cuando era pequeño quería ser carnicero. Me
habría gustado”.
Sin embargo, la última pregunta fue
más triste.
"Por la noche, cuando veo la
televisión con mi familia, veo muchas historias tristes y dramáticas. ¿El mundo
será siempre así, incluso cuando yo sea mayor?"
FRANCISCO
"¡Rezad! "¿Pero el mundo será
siempre así?” El mundo puede mejorar. Todos nosotros tenemos dentro un campo de
batalla. Se lucha entre el bien y el mal. En todos nosotros. Tenemos gracias y
tentaciones y tenemos que hablar con el párroco o con el catequista de estas
cosas para conocerlas bien”.
El Papa les pidió que no pierdan la esperanza porque el mundo también está lleno de
cosas buenas, aunque no son tan conocidas.
Por último, y como no podía ser de
otra forma, el encuentro terminó con canciones.
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