El Papa mantuvo un encuentro con voluntarios, trabajadores, párrocos y responsables
de santuarios de todo el mundo que peregrinaron hasta Roma para
ganar el Jubileo.
Monseñor Rino Fisichella dio al Papa
la larga lista de los países de estos peregrinos.
"Están aquí presentes trabajadores
que provienen de Italia, Francia, EE.UU, Filipinas, Ucrania, España, Lituania,
Egipto, Costa Rica, Perú, Inglaterra, Alemania, Suiza, Austria, Polonia,
México, Portugal, Irlanda...”
Francisco explicó que peregrinar es una clara expresión de la fe. Por eso,
pidió que no se menosprecie la religiosidad popular de los peregrinos que
acuden a los santuarios.
FRANCISCO
"Esta religiosidad popular es una
forma genuina de evangelización que debe ser promovida y valorada, sin
minimizar su importancia”.
El Papa dijo que los peregrinos deben
ser bien acogidos, de forma paciente, festiva y afectuosa y se hace a través de
gestos sencillos.
FRANCISCO
"La acogida es determinante para
la evangelización. A veces, basta simplemente con una palabra, una sonrisa,
para hacer sentir a una persona acogida y bienvenida”.
Aseguró además que esta bienvenida hará sentir al peregrino no como un simple invitado
sino como un familiar, porque el santuario es una casa.
FRANCISCO
"El santuario es la casa del
perdón, donde cada uno se encuentra con la ternura del Padre que tiene
misericordia para todos. Ninguno está excluido”.
Antes de marcharse el Papa pasó casi media hora saludando a estos peregrinos que
horas antes pudieron atravesar la puerta Santa de la basílica de San Pedro.
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