El Papa presidió la Misa de la Epifanía en la basílica de San Pedro
ante miles de peregrinos de todo el mundo.
Durante la homilía explicó que la luz
con la que brilla la Iglesia no es suya, es de Cristo y aclaró de nuevo cuál es
el centro su misión.
FRANCISCO
"Anunciar el Evangelio de Cristo
no es una opción más entre otras posibles, ni tampoco una profesión. Para la
Iglesia, ser misionera no significa hacer proselitismo; para la Iglesia, ser
misionera equivale a manifestar su propia naturaleza: dejarse iluminar por Dios
y reflejar su luz. No hay otro camino. La misión es su vocación”.
La fiesta de la Epifanía tiene como
protagonistas a los Reyes Magos. El Papa dijo que estos tres sabios representan
a todos los hombres del mundo que buscan a Cristo.
FRANCISCO
"Los Magos representan a los
hombres de cualquier parte del mundo que son acogidos en la casa de Dios.
Delante de Jesús ya no hay distinción de raza, lengua y cultura: en ese Niño,
toda la humanidad encuentra su unidad”.
Francisco propuso a los
cristianos imitar a los Tres Reyes Magos, que
abandonaron todo para seguir la estrella que les llevó hasta el Niño
Dios.
FRANCISCO
"Aquella estrella los cambió. Les
hizo olvidar los intereses cotidianos, y se pusieron de prisa en camino.
Prestaron atención a la voz que dentro de ellos los empujaba a seguir aquella
luz; y ella los guió hasta que en una pobre casa de Belén encontraron al Rey de
los Judíos”.
Por eso, el Papa invitó a seguir el camino que recorrieron los Reyes Magos hasta Belén porque
allí está la luz que guía a los pueblos por el camino de la paz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario