Vincenzo Paglia viajó a Siria a
mediados de noviembre para llevar a las familias de Damasco un doble regalo del Papa Francisco.
MONS. VINCENZO PAGLIA
Presidente, Pontificio Consejo de la
Familia
"El Papa me envió a Siria para
llevar 5 mil evangelios en árabe y más de 100 mil euros para ayudar a algunas
familias a calentarse durante el invierno, que en Damasco es muy frío. El
Evangelio para calentar el corazón, y un poco de dinero para calentar el
cuerpo”.
El enviado del Papa se reunió con decenas de familias en la catedral mezquita de Damasco.
Pudo hablar con muchos de ellos y conocer sus historias.
MONS. VINCENZO PAGLIA
Presidente, Pontificio Consejo de la
Familia
"He visto familias con serias
dificultades. Llevan 5 años de guerra, 5 años de embargo, un pueblo prostrado
en el corazón y en el cuerpo. Faltan las medicinas, hace frío, y a menudo se
les mira con desconfianza o se les oprime con muchos tipos de violencia”.
La situación es terrible. Unos 4 millones de sirios han abandonado el país; los
dos millones y medio de niños que se han quedado no pueden ir a la escuela, los
hospitales viven una emergencia continua porque faltan 35.000 médicos que han
huido de la guerra. Vincenzo Paglia pide que se busque inmediatamente una
solución.
MONS. VINCENZO PAGLIA
Presidente, Pontificio Consejo de la
Familia
"Si queremos derrotar al
terrorismo y detener el flujo dramático de emigrantes, muchos mueren intentando
escapar, es urgente imponer la paz en Siria. Que cada uno prescinda de
intereses particulares y entienda que el bien común depende de la paz en Siria.
Es posible abrir un nuevo capítulo. Si no, continuaremos a llorar muertes”.
Según la ONU, durante el año pasado 1 millón de personas decidieron afrontar los
peligros y cruzar el Mediterráneo en busca de una vida mejor.
De ellos, la mitad eran de Siria.
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