Jesús nos enseña a rezar y a decir
"Padre". Lo explicó el Papa Francisco en la homilía de la misa de
esta mañana. Eh no, no se puede rezar con enemigos en el corazón, con hermanos
y enemigos en el corazón: no se puede rezar. Esto es difícil: sí, es difícil,
no es fácil. "Padre, yo no puedo decir Padre, no me sale". Es verdad:
esto yo lo entiendo. "No puedo decir nuestro, porque este me ha hecho
esto, aquello y... ¡no se puede! Estos deben ir al infierno, ¿no?, ¡no son de
los míos!". Es verdad, no es fácil. Pero Jesús nos ha prometido al
Espíritu Santo: es Él quien nos lo enseña, desde dentro, del corazón, cómo
decir "Padre" y cómo decir "nuestro". Pidamos hoy al
Espíritu Santo que nos enseñe a decir "Padre ...
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