Las verdaderas riquezas tienen que ver con
la fe en Dios presente en la historia a través de Jesús. Lo explicó el Papa en
su homilía de la misa de la mañana. Ese tesoro que nosotros hemos dado a los
demás, lo llevamos dentro. Y éste será nuestro mérito - entre comillas - ¡pero
es nuestro "mérito", de Jesucristo en nosotros! Y lo debemos llevar.
Es lo que el Señor nos deja llevar. El amor, la caridad, el servicio, la
paciencia, la bondad, la ternura, son tesoros bellísimos: esos llevamos. Los
demás no. Cuando los doctores de la ley se vanagloriaban por el templo:
"¡Mira qué templo hermoso!"... Jesús dice la verdad: "No quedará
piedra sobre piedra".
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