Perdona a los hombres que le secuestraron durante 11 meses

Venezuela suele ser el centro de la atención mediática por su situación política. El mundo mira a este país por las disputas políticas y las protestas sociales.  

Pero, de puertas hacia adentro, la creciente violencia se está convirtiendo en un importante problema que golpea a diario a sus ciudadanos. Germán García Velutini lo sabe bien porque en  2009 fue víctima de un secuestro.

GERMAN GARCÍA VELUTINI

Víctima de secuestro (Venezuela) 

"En el pequeño cuarto en el que estaba, yo abría las manos y tocaba la pared. Cuando caminaba de largo, tres pasos solamente, había dos cámaras de video como esta, que me estaban grabando permanentemente.” 

Contó su historia en el Meeting de Rimini. Germán, que preside el Banco Venezolano de Crédito, permaneció retenido durante 11 meses y custodiado por hombres armados.

GERMAN GARCÍA VELUTINI

Víctima de secuestro (Venezuela) 

"Yo había pedido una Biblia y me entregaron una Biblia. Comencé a leerla y ahí se inicia un proceso de compañía, estando solo, porque durante ese año no vi a nadie. Una libertad que los secuestradores, no podían quitarme.” 

Dice que se apoyó en la fe para sobrevivir a una pesadilla que se prolongó durante casi un año. Pese al sufrimiento, ha podido perdonar a sus captores. Asegura que, precisamente el perdón, le ha permitido seguir adelante.

Mientras ha estado en Italia también ha visitado una prisión en la que habló con un preso.

GERMAN GARCÍA VELUTINI

Víctima de secuestro (Venezuela) 

"Me pidió un perdón indirecto. No fue mi secuestrador pero secuestró a un director de banca, que es a lo que yo me dedico. Es un paso adelante y hoy puedo decir que, no solo los perdono de manera teórica, sino que di un paso más allá porque vi a una persona que le hizo a un colega algo similar, que es peor que la muerte”.

Dice que no tiene sentido para él preguntarse por qué le sucedió esto y por qué su familia sufrió tanto porque es pasado. La libertad y la fe le han enseñado que el tiempo es oro y que para seguir adelante es mejor liberarse del lastre del odio.