REDACCIÓN CENTRAL, 30 Oct. 15 / 07:03 pm (ACI).-
El reconocido exorcista P. José Antonio Fortea en su “Summa Daemoniaca”
menciona un gran conjunto de cuestiones relativas al demonio que es importante
que todo cristiano lo tome en cuenta para el combate espiritual por alcanzar
el cielo. Aquí 13 cosas que tal vez no sabías del diablo y
sus demonios.
5.- Son seres espirituales
“Un demonio es un ser espiritual de naturaleza
angélica condenado eternamente”. Es decir, no tienen cuerpo, no sienten
inclinación a ningún pecado que se cometa con el cuerpo, pero pueden tentar a
los hombres a pecar en esas materias. Comprenden esos pecados de un modo
meramente intelectual y sus faltas son sólo espirituales.
En este sentido el exorcista precisa que Satán
“sigue siendo un bellísimo ángel en su naturaleza, aunque repugnante en su
aspecto moral… Su ser personal se ha deformado, pero su
naturaleza permanece y permanecerá intacta haga lo que haga. Dado que ambas
cosas son inseparables, él auténticamente es un monstruo, un ser deforme,
alguien que produce repugnancia y aversión”.
6.- Entre los demonios también hay tiempo
Su tiempo no es material como el de los humanos,
sino que es un tiempo propio de los espíritus, que es llamado “evo” (“aevum” en
latín) y que es la sucesión de actos de entendimiento y voluntad en un ser
espiritual.
El Creador, en cambio, vive en un eterno presente.
“Sólo en Él no hay sucesión de tiempo de ninguna clase. En Él no ha
transcurrido nunca ni un solo segundo, ni un solo antes ni después. La
eternidad de Dios es cualitativamente distinta de la eternidad del tiempo
material (con un principio, pero sin final) y de la eternidad del evo (también
con un principio, también sin final)”, puntualiza Fortea.
7.- Sufren al considerar a Dios
Cada ángel caído “en el conocer encuentra placer,
pero también sufrimiento. Sufre cada vez que ese conocimiento le lleva a
considerar a Dios. Y el demonio percibe continuamente el orden y la gloria del
Creador en todas las cosas. Hasta en las cosas aparentemente más neutras, él
encuentra el reflejo y el recuerdo de los atributos divinos”.
Sin embargo, el exorcista plantea que “el demonio
no está siempre en cada instante sufriendo. Muchas veces simplemente piensa.
Sólo sufre en ciertos momentos, cuando se acuerda de Dios, cuando se vuelve a
hacer consciente de su miserable estado, de su separación de Dios”.
8.- No conocen el futuro, ni pueden leer los
pensamientos
Los demonios no ven el futuro, pero con su
inteligencia muy superior a la del ser humano pueden deducir por sus causas
algunas cosas que sucederán. No saben lo que uno decidirá porque “la libertad
humana es el gran factor de indeterminación en sus previsiones”, sostiene el P.
Fortea.
“Los demonios pueden tentarnos pero no pueden leer
nuestros pensamientos. Aunque dada su gran inteligencia pueden conjeturar lo
que pensamos. Al ser seres más inteligentes que nosotros, deducen muchas más
cosas y con más seguridad con muy pocos signos externos que lo que deduciríamos
nosotros. Pero siempre hay que recordar que ellos están fuera de nuestra alma,
sólo Dios puede leer nuestra alma”.
9.- Cuidado con las tentaciones
“El demonio nos puede introducir pensamientos,
imágenes o recuerdos, pero no puede introducirse en nuestra voluntad. Podemos
ser tentados, pero al final hacemos lo que queremos. Ni todos los poderes
del infierno pueden forzar a alguien a cometer ni el más
pequeño pecado”, sostiene el sacerdote.
De igual manera puntualiza que “si uno es tentado y
ora, la tentación desaparece. Es incompatible la tentación con la oración. La
oración crea primero una barrera contra la tentación, pues nuestra voluntad y
nuestra inteligencia se centran en Dios. Y si insistimos un poco más, el
demonio no puede resistirla y huye”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario