Francisco recorrerá durante cinco
días tres países del corazón de África: Kenia,
Uganda y la República Centroafricana. Aunque cada lugar atraviesa
una situación socioeconómica distinta, por desgracia comparten en grado
diferente situaciones de violencia y corrupción que hacen muy difícil la
convivencia.
Kenia ha sido víctima de violencia
yihadista. En abril, la milicia Al-Shabaab mató a
más de 140 estudiantes en la Universidad de Garissa. Los
asaltantes separaron a musulmanes de cristianos y asesinaron a estos últimos.
MONS. JAMES MARIA WAINAINA KUNGU
Obispo de Muranga (Kenia)
"Los problemas ocurren fuera,
donde no hay líderes. Porque entre los líderes hay buenas relaciones, o al
menos eso es lo que nos transmiten a nosotros los líderes musulmanes. Estamos
trabajando juntos, y viviendo juntos con cordialidad”.
Para la visita del Papa a Kenia se ha desplegado un ambicioso dispositivo de seguridad, con 10.000 policías
y 10.000 miembros del servicio nacional juvenil. Y es que a la Misa del jueves
en el campus de la Universidad de Nairobi asistirán un millón y medio de
peregrinos.
El Papa también visitará Uganda, el país número 26 en la clasificación de Estados
corruptos. Allí la corrupción política ha provocado una grave
situación de pobreza y subdesarrollo en la educación o la sanidad.
P. HERMAN JOSEPH KALUNGI
Sacerdote ugandés
"A veces no hay medicinas en los hospitales.
No porque no tengamos recursos para eso sino porque alguien desvía los fondos
que debían usarse para comprarlas. Hay una gran ambición política. Muchos
ugandeses quieren obtener el poder y acapararlo a cualquier precio”.
Aunque Uganda no está tan amenazada
por el terrorismo como Kenia, el gobierno desplegará 10.000
militares para asegurar que no haya problemas.
La última etapa del viaje del Papa y
la más delicada es República Centroafricana. Con un gobierno provisional muy
inestable y una guerra civil que desde hace tres años enfrenta
a los Séleka con los Anti-Balaka, la visita del Papa supone una luz de
esperanza para el tercer país más pobre del mundo.
P. LATERNE KOYA SSAMBIA
Sacerdote centroafricano
"El Papa Francisco encontrará a un
pueblo afectado por todo lo que vive a diario, un pueblo que está atravesando
grandes dificultades porque ha perdido sus medios, su energía, su potencial.
Pero es un pueblo que no ha perdido ni la fe ni la esperanza y que, pese a las
dificultades, mira al futuro”.
Unos 12.000 soldados de la misión
MINUSCA de la ONU y 1.500 policías se ocuparán de proteger al Papa. Será
especialmente delicada su visita a la mezquita central de
Koudoukou en Bangui el lunes 30.
Con este viaje el Papa no abrazará sólo a los católicos. En Kenia lo son el
33% de sus 44 millones de habitantes; en Uganda casi la mitad de los 32
millones; y en la República Centroafricana el 38% de unos 5 millones de
personas.
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