Entre todos los peregrinos que
abarrotaron las calles adyacentes a San Pedro después de
la audiencia general, estos tres hombres no pasaron desapercibidos.
"Venimos aquí a Roma para
distribuir libros e informar a la gente de la cultura védica, que no es muy
distinta del mensaje de Jesús”.
Se trata de tres jóvenes del Hare Krishna, una espiritualidad que mira con respeto
el cristianismo y también admira a algunas de sus figuras más representativas.
"Nosotros sentimos un gran respeto
por el Papa Francisco y por todos los representantes de cualquier religión.
FLASH Todos necesitamos de un maestro espiritual y él es el representante mismo
del Señor. Nos dice cómo debemos comportarnos para conseguir después de la
muerte la otra vida”.
Y no sólo reconocen su admiración por
el Papa sino por otras figuras como la Santa de Ávila, en España, de quien se
cumplen 500 años de su nacimiento. Uno de ellos participó en un homenaje a Santa Teresa.
"Porque el camino de la religión
no es un camino sólo de flores, también hay espinas. En esas espinas
abandonamos el ego y ella profesaba un amor y afecto grandes por el mensaje de
Jesús”.
Aunque su presencia llame la atención
de peregrinos y turistas, desde hace años las relaciones entre la Iglesia y las
religiones orientales han mejorado considerablemente. Especialmente desde la
Jornada Mundial de Oración por la Paz que Juan Pablo II convocó en la ciudad
italiana de Asís en 1986. Hasta allí acudieron representantes de las
principales religiones del mundo y no sólo eso porque recientemente en el
Vaticano también el Papa Francisco los convocó para firmar un acuerdo mundial
de las religiones contra la trata de personas.
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