El Papa Francisco fue recibido este domingo en la Iglesia Luterana de Romacon
el mismo entusiasmo que en otras salidas a parroquias de la Ciudad Eterna.
Ante la próxima celebración del 500 aniversario de la Reforma Protestante,
la visita del Papa adquiría un especial significado. Francisco respondió
preguntas de tres personas.
Un niño de 9 años quería saber qué
era lo que más le gustaba sobre ser Papa. Respondió que el trabajo de oficina
no era divertido, que le gustaba más ser un pastor.
Un mujer casada con un católico
expresó el dolor por no poder tomar la comunión con su marido.
Otra mujer que trabaja con los refugiados le preguntó al Papa cómo mantener
la esperanza. Francisco le dijo que el primer paso siempre era rezar, pero que no había que quedarse ahí.
PAPA FRANCISCO
"Y, siempre con servicio, los
muros caerán por sí solos, pero nuestro egoísmo, nuestro deseo de poder,
siempre intenta construirlos”
El Papa no evitó recordar los tiempos más duros en el enfrentamiento entre católicos y
luteranos. Condenó que aquellos que comparten el mismo bautismo en
el pasado persiguieran a los otros.
PAPA FRANCISCO
"Debemos pedir perdón por esto,
por el escándalo de la división, porque todos, luteranos y católicos, hemos
elegido esta opción y rechazado otras, la opción de servicio, como él ha sido
un siervo, el siervo del Señor”
En una lectura que traía preparada,
el Papa describió la oración en común, el compromiso para ayudar a los
pobres y el diálogo teológico como "pilares” del
ecumenismo.
Francisco es el tercer papa consecutivo que visita esa iglesia.
Benedicto XVI ya lo hizo en 2010 y Juan Pablo II en 1983.
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