El Papa mantuvo un encuentro con el Movimiento Provida de Italia. Eran más de
500 personas a las que Francisco agradeció su empeño por defender la vida en
todas sus etapas.
Le explicaron que en los últimos diez años han atendido a más de 170.000 mujeres
embarazadas, muchas de ellas inmigrantes y refugiadas.
"Hemos sido un hospital de campaña
para muchas inmigrantes y refugiadas y para los niños que llevaban en sus
vientres o en brazos”.
El Papa les pidió que sigan con su
trabajo y ayuden, especialmente, a quienes más lo necesitan.
FRANCISCO
"Os animo a seguir con vuestra
importante obra a favor de la vida, desde su concepción hasta su fin natural,
teniendo en cuenta también las condiciones de sufrimiento por las que pasan
muchos hermanos y hermanas”.
Les dijo que su trabajo no es solo un
servicio social sino que ayudar a la vida humana
herida significa ir al encuentro de las personas más necesitadas como
discípulos de Cristo. Por eso, pidió que esta actitud de ayuda
se extienda por toda la sociedad.
FRANCISCO
"Es necesario alimentar la
sensibilidad personal y social para acoger una nueva vida en las situaciones de
pobreza y explotación que golpean a las personas más débiles y en desventaja”.
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