Como cada miércoles, la audiencia general comenzó así, con un gran paseo
del Papa en papamóvil entre los peregrinos, repartiendo bendiciones y saludos.
Francisco habló de nuevo de la
familia. Dijo que es necesario cuidar la comunicación con cosas tan
sencillas pero eficaces como conversar durante la cena.
FRANCISCO
"Una familia que no come junta
casi nunca o que no se habla en la mesa pero ve la televisión o usa el
smartphone, es una familia poco familia”.
Tomando como referencia el Evangelio
del día, explicó que, a través de la Eucaristía, Jesús muestra lo importante
que es el alimento para el alma y el cuerpo. Por eso, dijo que es necesario compartir el tiempo de la comida con otras personas.
FRANCISCO
"En la mesa se habla, se escucha.
Nada de silencio. No es el silencio de los monjes es el silencio del egoísmo.
Cada uno va a lo suyo, o con la televisión o con el ordenador y no se habla.
¡No! Nada de silencio. Recuperad la convivencia familiar”.
También dijo que es inaceptable que en los países ricos se siga desperdiciando
comida mientras que en otras partes del mundo se pasa hambre.
Además, aseguró que son una contradicción los excesos alimenticios en los
países ricos para después tener que ponerles remedio.
FRANCISCO
"Y este asunto sinsentido desvía
nuestra atención del verdadero hambre del cuerpo y del alma”.
Antes de marcharse, felicitó a los nuevos matrimonios que asisten cada
miércoles a la audiencia y les pidió que estén abiertos a la vida.
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